Estamos de vuelta. Nos habíamos ido un rato en la fase de grupos, pero cuando ha llegado la hora de la verdad, hemos demostrado que somos buenos, muy buenos. Y todo ello a pesar de que la gestión de Scariolo del partido ha tenido luces y sombras. las luces, sin duda alguna, esa defensa en zona que ha acabado por acogotar a los griegos, con presión en la posesión de balón, abiertos para no permitir lanzamientos de tres, pero muy bien en las ayudas a los hombres altos cuando llegaban balones dentro.
Da la impresión que todo esto, con Pau y Calderón, hubiera sido pan comido, y probablemente hubiéramos dejado de sufrir en el segundo cuarto, pero hay que jugar con las cartas que nos han tocado, que, a pesar de no ser las mejores, no son malas. Tras un primer cuarto extraño donde los haya, en el que hemos cogido 2 rebotes (!!) y hemos permitido penetraciones en la zona, hemos salido más enchufados en el segundo periodo. Pero han continuado los desajustes defensivos, y en el juego interior, Schortsanitis nos ha hecho más daño del que debiera.
Pero por fin ha aparecido la figura de Juan Carlos Navarro. Hoy era un partido para él. Es un jugador que marca diferencias, capaz de lo bueno y de lo malo, y hoy, afortunadamente, ha tocado lo primero. 22 puntos con 5 bombas sin fallo, dos triples e inmaculada su estadística desde la línea de tiros libres. Si este hombre no falla, es difícil que la selección española pierda. Bien Rudy, en un trabajo más oscuro que de costumbre, sensacional Felipe Reyes bajo los tableros, y gran labor de Fran Vázquez, que apunta a ser clave en los partidos que nos quedan.
Todo esto tiene un olor añejo....no hace falta remontarse demasiado en el tiempo. Hace apenas un año nos plantábamos con las mismas preocupaciones en la fase final del Europeo, lo que hacía que un servidor tuviese grandes dudas, pero al final pasó lo que pasó, lo que espero que vuelva a pasar esta próxima semana.
Todavía no hemos hecho un partido perfecto. Guardémoslo para la final....
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