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domingo, 15 de septiembre de 2019

We are the champions. Con dos cojones

Como ya he repetido hasta la saciedad, no daba un duro por la selección española en este mundial de China 2019. De hecho, en mis pronósticos, ni siquiera aparecía entre los cuatro primeros. El ver auténticos equipazos como Serbia, siempre temible, USA, con su equipo C pero repleto de grandes jugadores, Grecia con el MVP de la NBA, Antetokoupo, a la cabeza, Francia con  su pléyade de grandes y fornidos jugadores, Australia, repleta de talento, Argentina, con magos del balón como Laprovittola o Facu o misterios de la genética como el gran Luis Scola...acabar entre los ocho primeros, una digna elimianción en cuartos, ya me parecía un éxito.

Y la primera fase del campeonato no hizo sino confirmar mis sospechas: las pasamos putas ante Irán, la selección número 27 del mundo, y se ganó apenas de 10 puntos a Puerto Rico, tras llegar al descanso igualados. Pero no me di cuenta de que los equipos de Scariolo son así. Van de menos, muy menos, a más. No entiendo como a estas alturas puedo llegar a dudar de la categoría del entrenador italiano. Una segunda fase con huesos del calibre de Italia y de Serbia hizo que todos nos diéramos cuenta del verdadero potencial de esta selección, plagada de talento, pero sobre todo, repleta de jugadores que saben a la perfección cuál es su rol dentro del equipo, una plantilla que hasta los defenestrados Colom, Rabaseda o Beirán, cuya presencia ha sido poco menos que testimonial, han sido importantes.

A todo lo mencionado, había que añadir que nuestro líder natural, el pequeño de los Gasol, tras una temporada convulsa, exitosa y agotadora, con anillo de la NBA incluido, asistía a este mundial en la reserva, con sus capacidades físicas al límite. Cualquier otro se hubiera borrado, pero el compromiso de estos jugadores con la selección es único. Y el bueno de Marc, tras un arranque muy titubeante, despejó todas las dudas en una semifinal para enmarcar ante Australia, donde acabó con 33 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias, justo cuando más se le necesitaba.

Caprichos del destino, cosas de la competición, el caso es que llegamos a cuartos con un bracket por delante que lo hubiéramos firmado a ciegas hace quince días. Las grandes favoritas, Serbia y USA, iban por el otro lado del cuadro, y a España se le presentaban un potencialmente sencillo partido ante Polonia en cuartos, y un accesible encuentro ante Australia en semis. En esa fase de cuartos, Argentina se folló a Serbia y Francia hizo lo propio con Estados Unidos, dando las grandes campanadas del torneo. La semi ante Australia mostró al mundo que para ganar en baloncesto no es únicamente necesario tener excelentes tiradores, sino que, sin una gran defensa, no vas a ninguna parte. Y España tapó sus pequeñas carencias ofensivas con una excepcional defensa ante los experimentados aussies, pasando a la final tras dos agónicas prórrogas.

Y ya en la final, ante la gran sorpresa del campeonato, Argentina, que se presentaba al torneo sorprendentemente sin ningún jugador NBA pero con un resucitado Luis Scola, que parecía tener 15 años menos de los que pone en su DNI, con un Facu Campazzo ejerciendo de mago del balón, con un sorprendente Gabriel Deck y con un excelente plantel de supuestos secundarios como el gran Nico Laprovittola o Brussino. Pero ahí, en la final, surgió de nuevo la magia, las ganas de ganar de un equipo español que venía de tapadillo, y que acabó llevéndose el trofeo derrotando por 20 puntos a su rival.

Con dos cojones.

martes, 5 de septiembre de 2017

Sabemos ganar bajo presión

Imagen: FIBA.com
Y sabemos hacerlo cuando nos fallan la mayor parte de nuestros pilares. E incluso cuando un árbitro se quiere erigir en protagonista. Hoy, ante todo, hemos demostrado que somos un EQUIPO, con mayúsculas, donde los menos habituales han sabido mantener el tipo, con un San Emeterio magistral en defensa, con Sastre y Oriola aprovechando sus minutos de juego como si fueran veteranos, y, hay que decirlo, con un Chacho Rodríguez que sabe que, cuando toca, hay que hacerse con las riendas del equipo, como ha sucedido hoy.

El comienzo del partido fue todo un absurdo. Casi 5 minutos con el marcador a 0, un 1-10 de salida en contra...tenía toda la pinta de ser el típico día tonto que se tiene en todo campeonato, que en parte así ha sido. Poco a poco hemos ido entrando en juego, contrarrestando las acciones determinantes de un Bogdanovic desquiciante a ratos, al que poco a poco hmos sujetado y que ha acabado casi desquiciado.

Ya en el segundo cuarto se ha visto una selección mucho más centrada, más parecida a lo que nos tiene acostumbrados. A pesar de ello, hoy no ha sido el día de Marc ni de Willy, y con un Pau más fallón de lo habitual, han sido otros los que han tirado del carro. Antes de legar al descanso, una ventaja de 10 puntos se nos ha visto reducida a 6 en los últimos segundos por errores de concentración que mejor tenerlos ahora y no cuando se jueguen las medallas.

La segunda parte ha sido más de lo mismo. España ha sido incapaz de marcharse en el marcador, y Croacia, de la mano de Bogdanovic y sobre todo de Saric en la pintura han dado la vuelta al partido, llegando a ponerse de nuevo arriba en el electrónico. Pero un Chacho inconmensutable ha anotado cinco puntos seguidos a falta de poco menos de dos minutos poniendo esa ventaja en el marcador para la roja. Cuando ya parecía encarrilado el encuentro, ha aparecido el protagonismo de un árbitro que primero ha pitado una técnica a Pau por protrestarle a su compañero...estando este a 20 metros de la jugada, y no contento con eso, ha pitado otra técnica a Scariolo, que se desesperaba en el banquillo. Cuatro tiros libres y posesión que volvían a dar opciones a los croatas. Pero al final ha salido cara. Un canastón de Sergio y la frialdad en los tiros libres de Ricky y San Eme han hecho el resto. También sabemos ganar sufriendo.



sábado, 2 de septiembre de 2017

Baloncesto coral

Imagen:FIBA.com
Si algo define a esta selección española es la no dependencia de uno de sus jugadores. Si bien ayer fueron el Chacho y Willy los que marcaron la pauta, hoy les ha tocado el turno a Ricky Rubio y al mayor de los Gasol. Un primer cuarto imponente del del moñete, sumado a una efectividad casi total del de Sant Boi han hecho que sobraran los tres cuartos siguientes.

Y es que lograr 19 puntos de ventaja en los primeros 10 minutos del partido permite bajar el pistón y pensar en los siguientes rivales. Aún así, el equipo de Scariolo no se ha relajado en demasía, aunque se han visto algunos desajustes defensivos y alguna frivolidad propios de la enorme superioridad de la selección española sobre el grupo de amigos que hoy parecían Satoransky y compañía.

Pau ha vuelto a ser el Pau de las grandes ocasiones. El líder que cualquier entrenador desea tener en pista. 9 de 10 en tiros de campo, y 7 de 7 en tiros libres en poco más de 20 minutos de juego. Y a descansar, que queda mucho torneo. Por su parte, el bueno de Ricky (pasa por peluquería, por favor...) ha comenzado el partido mandando, marcando los tiempos, y anotando todo lo que lanzaba a canasta. Dos asistencias de Navarro, dos tripes del de Masnou, han servido para empezar a poner tierra de por medio. Al descanso ya habíamos anotado todos los puntos que finalmente subirían al casillero los checos en todo el partido.

Y toda la segunda parte ha sobrado. A ratos un correcalles, en otros se ha visto un poco de prepotencia en nuestro equipo, abusando de pases sin mirar de cara a la galería. Vamos a por el oro, pero como caballeros. Ha servido también a la República Checa para decorar un poco sus tristes estadísticas, y para dar minutos por parte de Scariolo a los no habituales, dando descanso absoluto a Abrines. Segundo partido de España, y segundo partido en el que ningún jugador ha estado en cancha más de 21 minutos. Los rivales hasta ahora están permitiendo a la perfección la dosificación de las fuerzas.

Ahora, descanso hasta el lunes, cuando nos emfrentaremos a la cenicienta del grupo, Rumanía, que aunque juegue en casa tiene todas las papeletas de ser un nuevo sparring para la roja. Veremos.


viernes, 1 de septiembre de 2017

Fácil, quizás demasiado.

Imagen:marca.com
Debutar en una gran competición siempre es complicado. Y si no, que se lo digan a Francia o a Lituania, que a las primeras de cambio se han visto sorprendidos por selecciones teóricamente más débiles como Finlandia o Georgia. Pero hay que tener en cuenta que, desde que le FIBA permite las nacionalizaciones express, no hay enemigo pequeño.

Sacar conclusiones de este debut de la selección española no es fácil. No lo es básicamente porque el rival no ha estado a la altura. Y no lo es porque todos conocemos cómo funcionan estas cosas. A lo largo de los últimos años hemos vivido inicios renqueantes que han acabado con una medalla de oro al cuello, o espectaculares que, tres partidos después saltaron todas las alarmas. Pero las sensaciones, en general son buenas. Muy buenas.

Scariolo no es santo de mi devoción. Difiero mucho con él en su visión del juego y en los planteamientos de los partidos, pero hoy tengo que decir que ha manejado los hilos de manera excepcional. Ha repartido espléndamente bien los minutos de juego, sin ningún jugador por encima de los 21 minutos, y ha sido coherente con el quinteto en cancha. Destacar sobremanera el juego defensivo de la selección, con un Ricky Rubio al que parece que sus brazos son eternos, robando hasta cinco balones, y sobre todo con un Chacho Rodríguez inconmensurable en la dirección, aportando experiencia y sensatez, y leyendo el juego como él solo sabe. 10 asistencias en menos de 14 minutos de juego están al alcance de muy poquitos jugadores en el mundo.

Pero hoy todo el mundo ha estado a la altura. Navarro, al que muchos denostaban y criticaban su presencia en el equipo (yo era de los primeros que tenía mis dudas) ha demostrado que su experiencia y su saber estar nos pueden venir muy bien en compromisos futuros. Tres triples intentados, tres triples anotados. Y aquí paz, y después gloria. Mención especial a nuestras envidiadas parejas de hermanos. Los Gasol, 19 puntos y 13 rebotes, los Hernangómez, 31 y 14. Todo un seguro en la pintura, a los que, por poner una pega, habría que reclamarles más atención en el rebote defensivo, aunque hoy no había la tensión necesaria para reproches.

En cuanto a los más noveles, nervios pero bien resueltos, hoy era el día perfecto para que todo el mundo participara en la fiesta, no hay que olvidar que esto no ha hecho nada más que empezar y que el Eurobasket es muy largo. El seleccionador ha estado muy atinado dando casi 20 minutos tanto a Oriola como a Sastre, los cuales han cumplido con su papel y han soltado los nervios del debut.

En definitiva, y como dirían los cargantes comentaristas televisivos, el debut soñado. El primer paso hacia el oro está dado.



lunes, 23 de septiembre de 2013

Un bronce que sabe a poco


Terminó por fin la andadura de la selección española en el Eurobasket 2013 con una medalla de bronce conseguida, como no podía ser menos, apalizando a Croacia en el partido por el tercer y cuarto puesto. Y digo como no podía ser menos, porque España, en sus partidos ganados, lo ha hecho con una media superior a los 25 puntos de ventaja, perdiendo todos, absolutamente todos los partidos igualados, algo que dice poco bueno del encargado de llevar a buen puerto este nuevo periplo, el seleccionador Juan Antonio Orenga. Pasemos a analizar las claves de esta decepción a medias.

Falta de un líder

Imagen: Iñaki Amestoy Aramburu
Si en algún momento hemos echado de menos las importantes ausencias en esta selección, ha sido en los momentos claves de los encuentros. Cuando hemos necesitado un jugdor de referencia, no ha aparecido por ninguna parte. Pensé al principio que ese papel lo podría haber desempeñado Calderón, pero sus molestias físicas a lo largo del campeonato han sido un lastre para el extremeño. Y Marc Gasol, a pesar de ser un jugadorazo, no está hecho para tirar del carro de un equipo. Con un Juan Carlos Navarro, o un Pau Gasol, el partido de Francia no se hubiera perdido jamás. Ni el de Italia (octavo clasificado, fuera del Mundial), ni el de Grecia (undécimo clasificado final), ni siquiera el de Eslovenia. En todos ellos tuvimos ventajas cómodas en el marcador, y en todos ellos se produjo una empanada mental que permitió a los rivales acercarse en el marcador, no sabiendo resolver en ningún momento las situaciones límite.

La gráfica que acompaña este punto es significativa: muestra los puntos conseguidos en el último cuarto o en las prórrogas de los partidos perdidos. Contundente.

Seis jugadores y seis comparsas

Atrás quedaron los campeonatos en los que España tenía 12 potenciales titulares. El puesto mejor cubierto, en teoría, era el de base, con tres jugadores con label NBA, decisivos en sus respectivos equipos, como son Ricky Rubio, Jose Calderón y el Chacho Rodríguez. A ellos añadimos a Marc Gasol, a Rudy Fernández, a Víctor Claver...y pare usted de contar. Y ahora es cuando alguno me recordará que Sergio Llull anotó 21 puntos en el último partido ante Croacia....pero es que en los nueve restantes acumuló 42. San Emeterio ha sido una mala copia de sí mismo, alternando pinceladas magistrales (las menos) con pifias de infantil. Xavi Rey, un pívot que a mí me encanta, necesita 40 partidos más con la selección para estar al nivel. Se notó que fue de menos a más, pero no fue el recambio necesario para Gasol. Alex Mumbrú no fue el de otras ocasiones, con un lamentable porcentaje del 27% en tiros de campo. Pablo Aguilar estuvo bien en defensa, demostrando que es el futuro de esta selección, pero le falta todavía curtirse en mil batallas, y el bueno de Germán Gabriel aprovechó a su modo los pocos minutos con los que contó.

Falta de sistemas de juego

Me sorprendió negativamente la falta de recursos ofensivos de la selección. En infinidad de momentos reinó la anarquía más absoluta, un aquí te pillo aquí te mato que, si bien en ocasiones, gracias a la calidad de los nuestros, salió bien, en otras demostró que Orenga careció de planes alternativos cuando fallaba su estraregia de poste alto para Gasol, bien repartiendo el grandullón el juego desde las alturas, bien forzando pick & roll con el base de turno. No tengo datos al respecto, pero sería curioso saber cuántas veces lanzó España en posiciones inverosímiles al límite de los 24 segundos de posesión.

Pero no es un fin de ciclo....

Ciertamente, estábamos muy mal acostumbrados por esta selección. Tanto, que un bronce nos resulta un premio muy menor. Lo cierto es que, si hubiera entrado el triple de Calderón a excasos segundos del tiempo reglamentario contra Francia, lo más seguro es que ahora mismo estaríamos alabando el trabajo de este equipo. España sigue teniendo potencial para reinar en Europa durante unos cuantos años más, y estar entre los dos o tres mejores del mundo, no nos engañemos. Lo de este europeo ha sido un cúmulo de circunstancias que han acabado con un premio que hace 20 años nos hubiera sacado a la calle a celebrarlo, pero que hoy en día nos sabe a poco.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

España-Serbia: Hombres contra niños

Sergio Rodríguez. Foto: eurobasket2013.com
La verdad es que se me antoja complicado analizar un partido que se ha acabado a falta de 38 minutos y 5 segundos del final, cuando la selección española se ha puesto con un 8-0 de salida, diferencia que no ha hecho nada más que aumentar con el paso de los munutos. Podía pecar de eufórico, ya que ganar por 30 puntos en cuartos de final al líder del otro grupo invita a ello, pero prefiero ser cauto.

El resumen del partido podría ser el siguiente: a España le ha salido todo, a Serbia no le ha salido nada, pero sería simplificar demasiado las cosas. La roja ha salido a la pista convencida de su poderío, y exhibiendo sus galones de defensor del título, ante un equipo serbio jovencísimo, inexperto en grandes competiciones, en el cual ni si quiera sus jugadores más curtidos como Krstic o Bjelica han estado a la altura de las circunstancias. Y así, en el primer cuarto ha sido Rudy Fernández el que ha marcado la diferencia, con 13 puntos casi sin fallo, todo ello aderezado con la excepcional defensa de la que viene presumiendo el equipo español durante todo el campeonato, que ha provocado errores casi infantiles entre los imberbes jugadores serbios. Al final del primer periodo, 21-5 en el marcador, con todo el pescado vendido.

Tal diferencia entre ambos equipos ha permitido a Orenga dosificar a un tocado Calderón, que ha jugado poco más de seis minutos, y posteriormente a Marc Gasol, ya con el partido totalmente resuelto. Y, a falta de los dos grandes puntales del equipo, ha sido el amish Sergio Rodríguez el que ha destapado el tarro de las esencias, anotando todo lo que le llegaba a las manos, distribuyendo juego a diestro y siniestro, defendiendo, mandando ante una inoperante selección serbia, que no podía hacer otra cosa que contemplar el espectáculo en primera fila. 22 puntos en 23 minutos de juego, toda una declaración de intenciones.

Y poco más que contar. España ha llegado a ponerse 40 arriba, lo cual ha permitido la lógica relajación, y los minutos para los no habituales, con especial mención para Víctor Claver, que es como los huevos Kinder, nunca sabes lo que lleva dentro, o para los casi invisibles durante todo el campeonato Germán Gabriel y Pablo Aguilar.

Una vez más, se ha demostrado que los torneos de este calibre empiezan en cuartos de final. Da igual lo que hayas hecho, da igual que quedes primero de grupo si luego te cruzas con un favorito en el partido decisivo, como ya nos pasó en los Juegos Olímpicos de Atenas, donde nos encontramos por sorpresa a Estados Unidos como cuarta del otro grupo. El Eurobasket acaba de empezar, y España está en semifinales. Lo demás es historia.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Santa Claus llega en septiembre disfrazado de Orenga

Foto: Eurobasket2013.com
Tras ocho partidos disputados en el Eurobasket 2013, todavía no se a qué coño juega la selección española. Puede ser también que yo no tenga ni puñetera idea de baloncesto, que todo puede ser, a pesar de haber sido jugador y entrenador durante más de 20 años. Pero creo que no es el caso.

España hoy ha puesto al descubierto muchas cosas. Para empezar, su falta de sistemas de ataque. Única jugada: poste alto para Marc, y dos opciones: yo me lo guiso y yo me lo como, o vuelta a empezar. Y así no se puede ganar no ya un Eurobasket, ni siquiera un torneo municipal. Y eso que el bueno del pequeño de los Gasol se ha marcado un partidazo, con 32 puntos y 10 rebotes, pero un hombre sólo no es un equipo, y para ganar un campeonato de Europa hacen falta 12.

Y ese es otro de los enormes problemas de esta selección: la antaño denominada segunda unidad no vale ni para hacer ganchillo, con todos mis respetos para tan noble artesanía. San Emeterio, Llull, Germán, Xavi Rey, Mumbrú, Aguilar...(?) están a años luz de ser los jugadores que se ganaron un puesto en la selección. ¿Qué nos queda? Tres bases muy solventes, el puesto mejor cubierto entre los de Orenga, el cabraloca de Rudy, un Guadiana durante todo el campeonato, Claver, que tan pronto nos muestra el porqué coño se fijaron los Blazers en él como deja al descubierto sus innumerables carencias, y el bueno de Marc, al que le tienen que dar cinco hostias bien dadas para que le piten una falta, y que a pesar de su enorme partidazo, hoy no ha podido sacarlo adelante él solito.

Perder un partido que, a falta de 8 minutos, se ganaba de 14, es como para mear y no echar gota. Y más con una selección cuya casi única virtud es la excelente defensa que ha mostrado a lo largo del campeonato. Pero claro, si las bazas ofensivas se las dejamos a un San Emeterio que tengo mis serias dudas de que sea él, que para mí lo han secuestrado y han mandado a uno disfrazado en su lugar, o a un inoperante Sergio Llull, apaga y vámonos. 9 puntos entre los dos en 49 minutos acumulados. Lo dicho, para mear y no echar gota.

Una cosa ha quedado muy clara: estamos echando demasiado de menos las ausencias. Pero no es excusa, esto es lo que hay, han repartido las cartas y nos ha tocado una mano mala. Lo malo es que ni yendo de farol podremos pensar ni tan siquiera en oler el podio. Seguro que, por tocar los cojones, van y lo bordan en la fase decisiva y me tengo que comer con patatas mis palabras. Pero lo dudo.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Sin cestas no hay paraíso


Fuente: eurobasket2013.org
ESPAÑA, 60 - REPÚBLICA CHECA, 39

Quizás me equivoque, pero así como es casi imposible que un equipo nos venza consiguiendo menos de 40 puntos en un partido, se me antoja dificilísimo ganar un campeonato promediando unos tristes 60 puntos en ataque. Y es que debemos reparar en que estamos en la primera fase del torneo, los cocos del mismo no aparecerán hasta más avanzado el campeonato, y el primero que se nos desmelenó, nos metió 43 puntos en un pis pas de segunda parte.

Partido aburrido y malo de solemnidad el de hoy, lo cual a más de uno le habrá venido fenomenal a disputarse a la hora de la siesta. Nuevamente lo más destacado de nuestra selección fue su extraordinario orden defensivo, que fuerza a sus rivales a malas selecciones de tiro. Pero incomprensiblemente, todo ello no se aprovecha para desarrollar el arma que nos ha dado campeonatos en años anteriores, el contraataque. Y eso que comenzó el encuentro con un supervitaminado y supermineralizado Rudy Fernández, autor de los cinco primeros puntos en un abrir de ojos, que nos hizo pensar en un encuentro cómodo y con un abultado marcador. Pero fue un espejismo.

No tardaríamos en darnos cuenta que el ataque español sigue muy espeso, hoy con el agravante de que el eje sobre el que gira nuestra selección, Marc Gasol, anotó sus primeros (y a la postre últimos) dos puntos en el minuto 25 de partido. Casi por inercia, nos íbamos al final del primer cuarto con 11 puntos de diferencia, 18-7. Pero como ya viene siendo tradición, llegó el momento caraja de los nuestros, con una triste canasta en los primeros seis minutos de la reanudación, que hizo que los checos se pusieran a dos puntos. Afortunadamente, dos triples de Rudy y Claver, sumado a un 2+1 de Calderón, volvieron a poner las cosas en su sitio.

El segundo tiempo fue completamente infumable. Ninguno de los dos equipos consiguió anotar en los cuatro primeros minutos de la reanudación, con errores casi infantiles por parte de unos y de otros. La República Checa consiguió acercarse a 5 puntos, pero sería con su penúltima canasta del partido....y quedaban todavía 12 minutos! De aquí al final me he visto tentado a cambiar a los documentales de La 2, o a coger postura en el sofá y cerrar el ojillo, pero he aguantado estoicamente el coñazo de juego que nos han ofrecido hoy los hombres de Orenga. Al final, un tanteo que podía haber sido el del descanso de un partido cualquiera: 60-39.

O mucho cambia esto, o como sigan jugando a esta hora les va a volver a ver Rita la pollera. Porque un servidor no sacrifica su siesta sabatina para aguantar tostones como el de hoy.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Maljković muestra al mundo las carencias de España



Foto:eurobasket2013.org
ESLOVENIA, 78 - ESPAÑA, 69

Era inevitable. En cuanto un equipo nos tocara las cosquillas en defensa, con o sin la permisividad del trío arbitral, nos las íbamos a ver putas para ganar. Y así ha ocurrido a las primeras de cambio, enfrentándonos no a la selección de Eslovenia, sino a un equipo de Božidar Maljković, un experto en sacar de sus casillas al más pintado, un amarrategui convencido, que a lo largo de su extensa carrera cuenta por docenas sus triunfos basados en la mediocridad ofensiva pero también en una defensa numantina.

Hoy, lamentablemente, hemos echado de menos las ausencias. Y es que, nos guste o no, tenemos un único pívot, un único 5 nato, que, por muy bueno que sea, carece del don de la ubicuidad. Marc Gasol se ha mostrado imprescindible para esta selección, sin un sustituto de garantías, toda vez que el bueno de Xavi Rey está pagando la novatada del debut en una gran competición. Y no quiero parecer catastrofista, pero viendo la frecuencia de palos que se lleva el bueno de Marc, no las tengo todas conmigo para que acabe la competición sin muletas. De cada 7 hostias que le dan, pitan una, y ese baremo es totalmente contraproducente en todos los sentidos.

Parece, por otro lado, norma de la casa el empezar totalmente empanados cada cuarto. Raro es el periodo en el cual no tardemos 3 minutos en anotar. Y, con marcadores tan bajos, eso es un valor añadido para el rival. Si a eso sumamos el lamentable porcentaje de tiros libres (hoy, un tristísimo 61%) y la carencia en sistemas ofensivos en situacones complicadas, el resultado no es otro que una gran preocupación. Marc Gasol es una estrella NBA, es uno de los mejores center del mundo en este momento, pero no puede caer toda la responsabilidad sobre él. Cabe la posibilidad, como hoy ha ocurrido, de tener enfrente a jugadores dispuestos, literalmente, a dejarse los piños en el parquet, y si no se encuentran alternativas, el pronóstico no es demasiado alagüeño.

Nos queda cruzar los dedos y encomendarnos a un rutilante Jose Calderón, autor hoy de cuatro triples, casi todos inverosímiles, o al carácter y la fogosidad del bueno de Ricky Rubio, hoy totalmente desaparecido, o al trastorno de identidad disociativo de Rudy, ayer Dr. Jekyll, hoy Mr. Hyde. O a la intermintencia del Chacho Rodríguez, tan imprevisible como el Guadiana....porque del resto, poco o nada podemos esperar. Y que me perdonen los fans de Llull, Claver, San Emeterio y compañía, pero mi confianza en ellos dista mucho de lo deseable en este tipo de competiciones.

A por ellos, oeee.....




miércoles, 4 de septiembre de 2013

Una gran defensa ante una patética Croacia



Marc Gasol. Foto: eurobasket2013.org
ESPAÑA, 68 - CROACIA, 40

La selección española cumplió con el guión preestablecido y superó a Croacia, uno de los teóricos cocos del grupo, con mucha más facilidad de la esperada. Y lo hizo basándose en una extraordinaria defensa que en ocasiones rozó la perfección, y en las facilidades que ofreció la otrora gran selección croata, perdida entre la anarquía de su director de juego, el madridista Draper, y desaparición por completo de un Tomic más empeñado en dejar su codo marcado en la cara de algún español que en llevar las riendas de su equipo.

Y es que Croacia no tuvo en ningún momento el control del partido. Un 3-5 en el minuto 3 de partido fue su unica ventaja sobre un quinteto español que pronto pondría la directa, robando balones y saliendo al contraataque, con sos dos genios que tenemos en el puesto de base como son Ricky Rubio y Jose Calderón. Si a esto le unimos el poderío de Marc Gasol bajo los tableros, a pesar de recibir más palos que una estera, y la anarquía, a veces desquiciante, a veces genial, de Rudy, el resultado no pudo ser otro que acabar el primer cuarto 15 puntos arriba. En diez minutos se habían disipado casi todas las dudas.

El segundo periodo comenzó con una caraja colectiva, que nos llevó anotar un triste punto en los cuatro primeros minutos de juego, pero no había problema: Croacia estaba tan empanada o más. Fue un duelo de despropósitos que desatascó finalmente Mumbrú con un triple que dejaba las cosas poco más o menos como estaban, con 13 puntos arriba.

El partido de rompió definitivamente en el tercer cuarto, con dos espectaculares jugadas de Rudy, esta vez en versión genio (cómo gana este chico cuando no hace aspavientos) mientras Gasol se seguía partiendo la cara debajo de los tableros y Tomic intentaba partir alguna por él mismo. No tuvo mucha más historia este partido, con un último cuarto para olvidar, en el cual Croacia estuvo los 8 primeros minutos sin anotar (!), y con un reparto de minutos a los no habituales por parte de un Orenga que tardó en dar por finiquitado el partido y dió minutos de más a un Marc Gasol que es el eje sobre el que gira la selección, y que todo lo que no se desgaste nos vendrá bien en una competición con partidos casi todos los días.

Me gustó:
* La extraordinaria defensa a lo largo de todo el partido. Dejar a Croacia en 40 puntos no lo hace cualquiera.
* La motivación y el compromiso de Marc Gasol, su implicación en el juego, su inteligencia...
* El trío de bases que tenemos. Ricky, Calde y el Chacho es una tripleta casi insuperable.
* La aportación de Pablo Aguilar en labores defensivas

No me gustó:
* La nula aportación de Xavi Rey y San Emeterio, una sombra de lo que fue.
* Los (habituales) números de Victor Claver. 0 puntos
* Los pasecitos por detrás de la espalda, y los pasecitos en el aire. Como decía aquél, tonterías, las justas.

viernes, 10 de agosto de 2012

Sois unos cabrones

Sois unos cabrones. Que os den. ¿Pero qué os hemos hecho? ¿A qué coño viene lo de hoy? 43º en la calle, sudando como un cerdo....¿no es suficiente castigo? ¿Quién os manda martirizarnos con el peor primer tiempo de la historia del baloncesto para luego jugar a lo que ya sabéis? Scariolo, dimite ya, por favor, no te aguanto. En los primeros 20 minutos hemos visto el peor baloncesto de la historia, y te lo dice alguien que ha entrenado durante 20 años categorías inferiores. ¿Qué coño les has dicho en el descanso? ¿O ha sido vergüenza torera de los jugadores? Porque a ver, que alguen me explique cómo se puede llegar al descanso anotando 6 tristes canastas de 29 intentos y al final ganar el partido.

Al final, vamos a jugar la final, valga la tontería. Desplegando nuestro baloncesto más patético, deslumbrando en momentos puntuales, a lo tonto al final no evitamos el cruce con los Estados Unidos, aunque en este caso tiene premio: la medalla de plata. Que alguien me explique el cambio de actitud del descanso. Que alguien me explique cómo hemos jugado una primera parte tan bochornosa, para después aparentar ser un equipo puntero, con juego exterior, con una gran defensa, con una buena selección de tiro....todo, absolutamente todo lo contrario que en la primera parte.

Lo del primer periodo ha sido vomitivo. ¿Pretendíais que los norteamericanos se confiaran? Por no hacer, no habéis hecho ni faltas, 0 tiros libres de los rusos en la primera parte. El esquema de ataque contra individual, de primer curso de entrenador de alevines: bloqueo del poste alto y luego improvisamos. contra zona habéis parecido más patéticos aún, buscando los triples de los pívots mientras que los pequeños intentaban romper la zona con penetraciones. Y menos mal que los rusos son muy malos, porque os pilla cualquier equipo del montón y os cuela 70 puntos, pero hoy Kirilenko ha demostrado que su apodo de AK47 le viene grande, que no sé si es porque les ha dado la risa pero el caso es que en global, los rusos se han contagiado de la mierda de juego que propusísteis. Llegar al descanso con sólo 11 puntos de desventaja no se lo creía ni la princesa Letizia con Z.

Y, de repente, todo cambió. Empezáis a meter los triples, empezáis a jugar con criterio con los postes, empezáis a seleccionar bien el tiro, empezáis a defender con el cuchillo entre los dientes....¿qué coño os han dado en el vestuario? ¿Tenemos que estar preocupados por el antidoping? ¿Contra Estados Unidos váis a hacer lo mismo? Lo digo por empezar a ver el partido en el tercer cuarto....os odio, os odio con toda mi alma.

Me preguntan desde Portland por un tal Claver....bien, gracias.

sábado, 4 de agosto de 2012

Gozar, sufrir, desesperarse, perder...

Definitivamente, Scariolo tiene de estratega lo que yo de gimnasta olímpico. Lo de esta mañana no tiene nombre. O sí: gran cagada. Todas, absolutamente todas las decisiones que ha tenido que tomar hoy han sido equivocadas, muchas de ellas de primer curso de entrenador de baloncesto. Porque a ver cómo se entiende si no que la selección española, después de un magnífico arranque de 20-2, defendiendo a tope, corriendo el contraataque con inteligencia, buscando a sus hombres altos en el juego estático, haya sido capaz de perder un partido que probablemente nos condene a aspirar como mucho al bronce. Y eso siendo excesivamente optimista.

Los dos Gasol han hecho dos faltas en muy poco tiempo, y en vez de dosificarles, de sacar a nuestra segunda unidad de hombres altos, ha decidido mantenerlos en pista un montón de minutos, los cuales obviamente han sido de relajación defensiva para prevernir una tempranera tercera falta. Hoy era un día perfecto para que Ibaka pusiera orden debajo de canasta, para que Felipe Reyes defendiera como sólo él sabe a pívots tiradores de larga distancia. Pero no.

Y eso que nos hemos ido al final del primer cuarto con 17 puntos arriba, todo ello sin anotar ni un solo triple en ese periodo. Kirilenko no existía, el juego interior de los rusos no funcionaba, el tiro exterior tampoco...pero de repente nos hemos visto ganadores, y la relajación ha sido un lastre. A Rudy Fernández se le ha olvidado tirar de 3 sin fintar previamente, a Jose Calderón se ha encogido el brazo y sólo ha lanzado a canasta tres veces en todo el partido, a Marc Gasol se le ha metido en la cabeza que es capaz de meter cualquier tiro inverosímil que haga, y mientras tanto, los rusos a lo suyo. Un parcial de 21-12 a su favor nos ha devuelto a la vida real.

¿Y qué ha hecho Scariolo? Nada. En vez que quemar la nave de Claver para defender a Frizdon, que nos ha hecho un traje, en vez de sacar a pista a Ibaka para reforzar el juego interior, en vez de darse cuenta de que Navarro está a años luz de ser Navarro, ha optado por el continuismo, quitando a Sergio Rodríguez cuando estaba siendo revulsivo y volviendo a poner en pista a un apático Calderón, mientras el pequeño de los Gasol seguía emperrado en meter tiros imposibles.

Y todo esto sin querer comentar la última jugada de ¿estrategia? del final del partido, con cinco segundos para jugarse un triple y el que recibe la pelota es Marc a 24 metros de la canasta....No entiendo nada. Y ahora entramos en la tontería, y es que nos conviene perder ante Brasil para quedar terceros de grupo y no cruzarnos en unas hipotéticas semis con Estados Unidos...qué mas da? Jugando así, nos despedimos en cuartos de final fijo.

jueves, 2 de agosto de 2012

España, 79 - Gran Bretaña, 78. Para olvidar

Aviso al lector: probablemente mi lenguaje sea un pelín más soez que de costumbre, así que si hay niños pequeños, mándenlos a la cama.

Vaya puta mierda de partido. Para olvidar. Lamentable. Elijan el titular qué más les convenza, en mi caso todos son válidos. Hoy hemos visto la peor selección española en mucho tiempo, ante un equipo que, de no haberse disputado los Juegos Olímpicos en su país, jamás se hubiera clasificado. Pero, parafraseando libremente a Vujadin Boskov, basket es basket,  y aquí no gana siempre el mejor, sino el que menos la caga. Y hoy, la selección de Scariolo ha estado para mandarla a la cama sin cenar.

Y eso que hemos empezado, para variar, dominando el partido desde el principio. Un buen arranque, con una buena selección de tiro y una gran defensa han propiciado que al final del primer cuarto la selección se fuera con 9 puntos de ventaja en el promer cuarto, algo inédito hasta ahora en estos juegos. Pero ha sido un espejismo. Llámalo cansancio, llámalo guardar fuerzas, llámalo como quieras, pero un partido que podía haber quedado resuelto en el minuto 15, al final se ha ganado por 1 y gracias. Y es que ha sido un despropósito casi de principio a fin. Los de siempre (Pau Gasol y Calderón) han estado más o menos a su altura, pero el resto ha sido para mandarles hacer las maletas y pedir que vengan otros 10 diferentes.

Y, por supuesto, no es todo culpa de los jugadores. Scariolo ha tenido en pista no a la segunda unidad, sino a la tercera, una buena parte del partido en pista, con un Sergio Rodríguez nefasto, un Sergio Llull a años luz de lo que juega en su equipo, un Rudy Fernández con 9 puntos en 30 minutos, un Serge Ibaka desconocido,  un Marc Gasol más intermitente que de costumbre....y, sobre todo, una prepotencia desde el banquillo que a poco nos cuesta la derrota. Salvaremos de la quema a San Emeterio, que quizás influido por haberle devuelto la santidad en su camiseta, se ha mostrado como un importante pilar defensivo, capturando 10 rebotes pero desapareciendo por completo en ataque.

Es inconcebible entrar en el último cuarto con una renta, si no definitiva, sí contundente como 13 puntos, y cagarla hasta el punto que los ingleses han tenido opción de ganar hasta el bocinazo final. Afortunadamente no ha sido así, pero lo que está claro que si hoy el rival es Estados Unidos, perdemos de 50.

Mucho tienen que cambiar las cosas, daremos el beneficio de la duda y aseveraremos que el partido de hoy ha sido la excepción que confirma la regla, pero está claro que un encuentro así en cuartos ante el rival que sea nos manda a casa fijo. Y no sería de recibo que la posiblemente mejor selección de España de la historia se marchara a casa antes de tiempo.

A la gente de Oregón decirles que hoy su fichaje español ha metido un triple. Menos da una piedra.

martes, 31 de julio de 2012

Australia, 70 - España, 82. Con 15 minutos basta

Como comentaba esta mañana en mi cuenta de Twitter, la delegación española debería solicitar al Comité Organizador de los Juegos Olímpicos que sus partidos empezaran directamente en la segunda parte. El guión de inicio ha sido el de siempre: caraja mental, desajustes defensivos, pérdida de balones tontos y Australia que acaba el primer cuarto cinco puntos arriba. De inicio ha puesto Scariolo a Sergio Llull en pista, cubriendo la baja de un renqueante Juan Carlos Navarro, junto con los Gasol, Calderón, y uno que se parecía mucho a Rudy Fernández, que fue un espejismo en todo este primer periodo. Un 5 de 19 en tiros de campo de la selección española, unido a la cantidad de segundas opciones que se le dió a los aussies daban por bueno un marcador de cinco abajo.

El segundo periodo la segunda línea del equipo esta vez funcionó un poquito mejor. San Emeterio se fajaba en defensa, mientras Felipe Reyes parecía tener un imán en las manos para el rebote. Sin forzar la máquina y con Sergio Rodríguez dirigiendo al equipo, se le dió la vuelta al marcador, marchando a vestuarios cinco puntos arriba.

Y fue a la vuelta del descanso cuando la selección española comenzó a jugar. Bastó un mejor ajuste defensivo, una buena velocidad de contraataque y el buen hacer bajo los tableros del que casi nunca defrauda, Pau Gasol, para que los australianos desaparecieran de la pista. Un 0-13 de salida puso punto y final anticipado a un partido que había comenzado trabado, pero que el combinado nacional supo sacar adelante sin demasiados esfuerzos. De pronto, Rudy se empezó a parecer más a Rudy, y demostró que no se le había olvidado lanzar a canasta, a pesar de los tres puntos de sutura que le dejó de recuerdo en su cabeza la cámara de un fotógrafo. La salida de Claver a pista dio el pistoletazo inicial a los minutos de la basura, en los que España se fue al hotel antes de tiempo, cosa que aprovecharon los de las antípodas para maquillar el marcador y dejarlo en un 70-82.

El jueves, ya por fin en horario decente, nos enfrentamos a los anfitriones, que no deben resultar un obstáculo para lograr la tercera victoria, en el camino hacia el primer puesto del grupo. Mientras tanto, aficionados de los Blazers esbozan una leve sonrisa al ver la foto que acompaña este comentario....

domingo, 29 de julio de 2012

España, 87 - China, 71. El debut esperado

No tengo a mano datos que lo corroboren, pero España siempre empieza así los campeonatos: cinco minutos de caraja total, para luego, poco a poco, ir asentándose sobre la pista. Y en Londres no iba a ser la excepción. El rival, el de casi todas los Juegos Olímpicos, China, que ha mostrado al mundo sus dos caras, el talento de sus jugadores altos y la carencia de un estilo propio. Jugando a ráfagas, ha llegado a poner en pequeños aprietos a la selección española en el primer cuarto, aunque poco a poco han ido cayendo de maduros, y entre la acumulación de faltas personales y el despertar de nuestros jugadores clave, las aguas han vuelto al cauce deseado.

Es pronto para hacer una valoración exhaustiva del juego de los españoles. Debutar en un torneo como los Juegos Olímpicos nunca es fácil, pero la prueba se ha pasado con notable. Han tenido que ser los de siempre, Pau Gasol y Jose Calderón, los que comenzaran a marcar el territorio. El primero, fiel a su estilo: parece que no está, pero acaba siempre con un 20-10, mientras que el segundo ha repartido juego y se ha mostrado exquisito desde la línea de 3 puntos, anotando tres triples que han dado las primeras diferencias en el marcador. Mención especial a un Marc Gasol ya recuperado, que si bien ha estado timorato en un primer momento, poco a poco ha ido metiéndose en el partido, demostrando que va a ser una de las piezas fundamentales de esta nuestra selección.

Una gran noticia ha sido también la reaparición de Juan Carlos Navarro, que, a un 30% de lo que nos tiene acostumbrado, ha acabado el partido con 14 puntos en 18 minutos de juego. Y, como no, la aportación de Serge Ibaka, nuestro congoleño adoptado, todo un seguro de vida debajo de los tableros, y demostrando además que tiene un tirito de media distancia ciertamente destacable. Sin olvidar la reaparición de Sergio Rodríguez, que si está a un buen nivel físico después de sus problemas, puede ser la revelación de este campeonato.

No he acabado de entender varias decisiones de Scariolo. Calderón, tras un primer cuarto para enmarcar, prácticamente ha desaparecido del parqué, jugando en su lugar un Victor Sada que dista mucho del jugador que ha sorprendido esta temporada con el FC Barcelona. Tampoco he entendido la escasa aparición en pista de Felipe Reyes, tras la gran pretemporada que se ha cascado, o el empeño de mantener en pista a un Rudy Fernández a años luz de su mejor versión. Preocupante, además, la falta de fluidez de la llamada segunda línea, con jugadores que son estrellas en sus equipos, como Sergio Llull y San Emeterio, pero que cuando se enfundan la casaca roja (blanca, en este caso) pasan más que desapercibidos.

Un dato tan curioso como preocupante es que España ha fallado el mismo número de tiros libres que de triples: 8. Un 64% desde la línea de personal no es de recibo para un equipo que aspira a medalla. Afortunadamente, no lo hemos echado de menos al final. En resumen, debut esperado de la selección española, y a esperar que se vaya cogiendo poco a poco el ritmo de una competición tan exigente como ésta. Por cierto, en Portland se siguen preguntando quién coño es ese Víctor Claver que han fichado.....






miércoles, 11 de enero de 2012

La FIBA, un organismo cavernario

Para que a nadie se le olvide, estamos en pleno siglo XXI. Lo digo por el hecho que quiero comentar hoy, más propio de la época de las cavernas que de la era de las telecomunicaciones. Y es que la FIBA, la Federación Internacional de Baloncesto, ha impuesto desde esta temporada que los equipos femeninos que disputan la Euroliga vistan prendas ceñidas al cuerpo, nada de calzones holgados y camisetas dos tallas más grandes. En concreto:

*Camisetas y calzones que sigan los contornos corporales
*Calzones con un máximo de 2 centímetros entre los mismos y la piel
*Una espacio mínimo 10 centímetros por encima de la rodilla


Como todo el mundo sabe, la gente va al baloncesto femenino a ver tetas y culos, da igual si juegan mejor o peor: lo que importa es la carne. Y, ya puestos, podrían ir un poquito más allá, y obligar a las jugadoras a vestir con tanga y camiseta recortada que permita ver el ombligo. Y a los deportistas masculinos, directamente sin camiseta, con slip fardapaquete y con su dorsal y nombre tatuados en la espalda...

Al parecer, los vetustos dirigentes de la FIBA están convencidos de que el baloncesto femenino en sí no da espectáculo, por lo que hay que buscarlo en otras partes. Ya pasó en su día con los orangutanes que rigen los designios del voleibol, que obligó a los equipos femeninos a jugar completamente embutidos en un traje 6 tallas más pequeño del correspondiente. Y mucho ojo, que otro carcaman que vive del cuento en esto de los organismos deportivos, Joseph Blatter, a la sazón mandamás del fútbol mundial, ya se le ha pasado por la cabeza hacer lo mismo con el fútbol.

Lo que no acabo de entender es cómo no ha habido una protesta generalizada por parte de los clubes, si es que tan intimidados están por la FIBA, o es que no hay la unión necesaria para elevar una protesta conjunta. Afortunadamente quedan casos como la que está considerada mejor jugadora del mundo en la actualidad, Diana Taurasi, que se ha negado en redondo a hacerles el juego a los mandamases, y continúa jugando con ropa holgada. Eso sí, cada partido que juega acarrea multa, que se duplica cada vez que se reincide. La primera fue de 500 euros, pero con el paso de los partidos asciende ya a...¡511.500 euros!

Está claro que, mientras carcamales como los actuales dirigentes de la FIBA puedan seguir imponiendo sus deseos más lascivos, el deporte femenino seguirá en un segundo plano, ya que no nos lo quieren vender como tal, sino más bien como un espectáculo erótico-festivo. Si quieren ver cuerpos embutidos en trajes ceñidos, que hagan submarinismo, o, mejor aún, que vayan a un burdel. Eso sí, con su propio dinero.

martes, 16 de agosto de 2011

¿Crisis de comentaristas deportivos?

Estos últimos días hemos asistido en televisión al arranque de las retransmisiones de fútbol y baloncesto en La Primera y La Sexta respectivamente, por un lado con la Supercopa de España, y por el otro, con los partidos de preparación del Europeo de la selección de baloncesto. Y hay un hecho que las equipara bajo mi punto de vista: la horripilante narración por parte de los comentaristas en ambas.

No hay química en La Sexta


La terna de comentaristas que presentó La Sexta en los partidos de la selección es de aquellas que pueden llegar a desesperarte. Cierto es que la sombra del desaparecido Andrés Montes es alargada, podía gustar más o menos, pero daba un aire fresco a todo lo que hacía. La fórmula elegida es la clásica en casi todos los deportes últimamente, es decir, un comentarista y dos analistas. Además, en la cadena de Milikito procuran poner también cierta dosis de humor. Como cabeza visible, Mel Otero, que, como muy bien apunta el diario El Economista se ha convertido en el equivalente a JJ Santos en el mundo de la canasta. Ciertamente, no dudo de sus conocimientos acerca del baloncesto, pero otra cosa muy distinta es saber plasmarlos. Y el bueno de Mel comete fallos de principiante, comete errores de reglamento, con comentarios a destiempo que, a los que conocemos un poco todo este mundillo, nos sacan de nuestras casillas.

Pero es que los dos analistas no se quedan atrás. Y eso que son dos tipos enormemente conocedores del baloncesto, cada uno desde su punto de vista. Por un lado Ramón Trecet, probablemente una de las personas que más sepa de baloncesto de este país, y el auténtico precursor del estilo Montes, cuando pasa a un segundo plano (tercero, más bien) se queda en agua de borrajas. Fue él quien metió el gusanillo por la NBA a cientos de miles de personas en este país, con su estilo diferente de narrar los partidos, pero el papel de triste segundón no le pega ni con cola. Comentarios insulsos y a destiempo, en ocasiones intenta ponerse a la altura humorística de nuestro tercer protagonista, Juanma López Iturriaga, aquel excelso palomero del Real Madrid y de la Selección, quien tras retirarse explotó su bis cómica en televisión. Entre los tres forman un amasijo dificil de tragar. Parecen competir entre ellos, se pisan los unos a los otros, confundiendo al espectador neófito, y haciendo que los que sabemos de qué va esto quitemos directamente el volumen de la tele.

El eurobasket son muchos partidos, y puede convertirse en un calvario para la afición, y en un agujero económico para la cadena, que corre el riesgo de perder espectadores. Yo mismamente no descarto ver los partidos por ESPN o por cualquier canal de deportes vía internet, aunque los comentarios sean en chino.

TVE pone a un forofo como analista futbolero


Por otro lado, el domingo asistimos al primer partido de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Barça. Televisión Española, en su afán de equilibrio e igualdad en los comentarios, escogió como analistas a Manolo Sanchís por parte del equipo merengue y a Gerard López por el lado culé. Al frente, el equánime aunque más soso que el pan sin sal Juan Carlos Rivero. Aquí el problema no fue el hecho de que se pisaran los unos a los otros, porque en TVE parece ser que entrenan mejor estas cosas. El gran problema sucede cuando uno de los analistases más merengue que Florentino, Tomás Roncero y Di Stéfano juntos. El término imparcialidad le es totalmente desconocido al exjugador del Madrid Manolo Sanchís hijo. Está tan embelesado como la mayoría de la afición medridista por Mourinho que su sinrazón no le permite ver la realidad. Aunque vea una jugada repetida 14 veces, es incapaz de quitarse la camiseta blanca para dar su opinión, actuando bajo la máxima: si Mourinho protesta, es que el árbitro se ha equivocado. Y punto en boca.

Hasta forofos reconocidos como el exdirector de Marca Eduraro Inda y su secuaz José Vicente Hernáez fueron capaces de ver, por ejemplo, el clarísimo penalty de Marcelo a Pedro a poco del final, cosa que Sanchís, escudándose en que miraba a otro lado cuando TVE ofreció las repeticiones de la jugada, no quiso reconocer hasta que casi se vio forzado por sus compañeros. Sólo él y otros dos periodistas con anteojeras merengues como Tomás Guash y Tomás Roncero fueron incapaces de ver las cosas con claridad. A la afición del Madrid, sobre todo a la que asiste al Bernabeu, la puedo llegar a entender: están himnotizados por el portugués que siempre se pregunta por qué, y cuando hay una jugada polémica no reaccionan hasta ver cómo lo hace Mou. Si protesta, le siguen cual acólitos.

Si es este el panorama que se nos presenta esta temporada, vamos dados. Afortunadamente, en la era de internet, todo tiene solución. Aunque el comentarista hable en búlgaro. Seguro que no dice tanta tontería seguida.

sábado, 4 de junio de 2011

El Bilbao Basket, o como hacer bien las cosas con pocos recursos

Cada cierto tiempo surge en el deporte español un equipo cenicienta, que a base de coraje y de hacer bien las cosas, es capaz de sorprender a los todopoderosos y plantarse, como es el caso que nos ocupa, en toda una final de la liga ACB, probablemente la segunda mejor del mundo tras la NBA. El Bilbao Bizkaia Basket, un club con apenas 11 años de historia, con un presupuesto inferior a los 9 millones de euros, heredero de los recordados Águlas y CajaBilbao, ha conseguido dicho objetivo con una plantilla de andar por casa, una mezcla de ilustres veteranos del montón con extranjeros de esos llamados comprometidos con sus colores, con ganas de comerse el mundo. Si a esto añadimos una afición volcada con el equipo y un entrenador que sabe hacer bien las cosas, tenemos en ciernes un posible campeón de la ACB.

Y es que, a falta de jugadores de renombre, el Bilbao Basket tiene un grupo sólido y entregado, con jugadores que saben el papel que tiene que representar. Una gran plantilla hecha de retales que ha dejado en la cuneta a equipos de la talla del Power Electronics Valencia o el mismísimo Real Madrid en semifinales.

*Aaron Jackson. Probablemente el jugador revelación de esta liga. Un base habilidoso con el balón, un jugón que diría el añorado Andrés Montes. Sorprendente, porque su trayectoria hasta llegar a Bilbao era más bien mediocre: en su etapa universitaria en Duquesne apenas promedió 9 puntos y 3 asistencias por partido, lo que no le valió para entrar en el draft de la NBA, teniendo que marcharse a Europa donde jugó un año en el desconocido Antalya turco y otro en el Virtus Bolonia, un equipo de la zona media de la liga italiana.

*Chris Warren, el típico norteamericano trotamundos, con pasaporte panameño, que recaló en el equipo bilbaino el año pasado contando como mejor bagaje dos temporadas en la Cibona de Zagreb.

*Josh Fisher, que a sus 31 años ha jugado ya en la mitad de los equipos de la ACB y la LEB, nacionalizado español por matrimonio.

*Paco Vázquez, un superveterano de 37 años, que llegó a ser internacional con la selección absoluta, en el ocaso de su carrera.

*Marko Banić, un croata que lleba desde 2005 en Bilbao, cuya experiencia anterior se limita a haber jugado en el KK Zadar de su país.

* Alex Mumbrú. Otro ex-internacional español de vuelta de todo, después de haber pasado por dos de las mejores plantillas de la liga, el Madrid y el Joventut. Un seguro de vida para el equipo, con un buen juego exterior y una gran capacidad de liderazgo.

*Axel Hervelle. Otro ex del Real Madrid, club del que salió por la puerta de atrás. Un excelente (aunque intermitente) reboteador, capaz de lo mejor y de lo peor. Su canasta a aro pasado en el último partido de semifinales pasará a la historia del club bilbaino.

*Kostas Vasileiadis Otro trotamundos salido de la cantera del PAOK de Salónica, y que, tras pasar por nuestro país defendiendo la camiseta del Unicaja y del Obradoiro, ahora se muestra letal desde la línea de 3 en el Bilbao Basket.

*Eduardo Hernández-Sonseca. El que fuera gran promesa del Madrid, con sus 2,12 metros de estatura, tras pasar sus últimas temporadas en el Joventut, es ahora una de las piezas claves del Bilbao, aunque las lesiones le han impedido jugar en los playoffs.

Como se puede comprobar, una plantilla hecha a base de retales, de descartes de otros clubes con mayor presupuesto y de jugadores internacionales con poco nombre pero con una calidad incuestionable. Pero que les ha bastado para hacer historia y plantarse en la final de la ACB, donde se encontrará al mejor Barça de los últimos años. Como aficionado culé, hubiera preferido un color más blanco en las camisetas del equipo rival. A pesar de todo, y sea cual sea el resultado final, me alegraré. si gana el Barça por afinidad a mis colores, si lo hace el Bilbao, porque una afición como la suya y un club tan modesto merecen un puesto en la étite del baloncesto español. Con un par.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Análisis de una decepción (II)

Leer la 1ª parte

10. Víctor Claver
Ni Scariolo cuenta con Claver, ni Claver termina de creerse que puede ser un jugador determinante en el futuro. Ha estado en el mundial ocupando una plaza que bien podía haber sido para un tercer base, pero que el italiano de la gomina no vio, o no quiso ver. Jugó un total de 19 minutos en total, en los cinco partidos que pisó el parquet, y, a pesar de que anotó 5 de 6 lanzamientos a canasta, incluido un triple, su posición natural a lo largo del campeonato ha sido la de sentado. Nada que decir.
Nota: s.c.

11. Fran Vazquez
Su paso por el mundial ha sido muy curioso, como lo ha sido toda su vida deportiva. Fue elegido en el draft de la NBA en 2005 en una buena posición undécima, por Orlando Magic, pero decidió quedarse en España, renunciando a un gran contrato que le esperaba allende los mares. Renunció a la selección durante años, a pesar de mostrarse como uno de los mejores pívots nacionales. Por fin acepta acudir a una convocatoria, después de una excelente campaña en el Barça y... desaparece por completo en los 3 primeros partidos, anotando unos pobres 6 puntos entre todos ellos. De repente, llega el partido contra Líbano y se sobra, anotando 15 puntos sin fallo y cogiendo 8 rebotes. Repite ante Canadá, con un excelente 9 de 9...y ahí se acabó Fran Vázquez. En los momentos importantes, se disolvió cual aspirina efervescente.
Nota: 4,5

12. Sergio Llull
Uno de los supuestos revulsivos de la segunda unidad que se quedó en un bluf más grande que la Torre Eiffel. Nada que ver con el Llull que ha maravillado a lo aficionados del Real Madrid esta temporada. Un dato: en 29 minutos ante Canadá, no lanzó ni una vez a canasta de dos puntos, e hizo 1 de 4 en triples. Imcomprensible.
Nota: 2,5

13. Marc Gasol
Que Marc no es Pau lo sabemos todos. Que la presión de sustituir en el poste a su hermano en el cinco titular es enorme, también. Pero no es de recibo que un jugador que se ha pegado con los mejores en la NBA, que se ha mostrado intimidatorio, que se ha convertido en una de las estrellas de los Grizzlies, llegue al mundial y se muestre tan flojo, tan timorato en ataque, tan blando en defensa, tan poco contundente debajo del aro....lo que allí acaba en mate, aquí acaba en una débil bandeja. Claro que ha anotado puntos (alguien los tenía que hacer), pero la impresión que me queda es que no ha estado a la altura de las circunstancias. Y es que las comparaciones siempre fueron odiosas.
Nota: 5

14. Alex Mumbru
Otro supuesto revulsivo que no lo fue. Quizás careció de minutos para demostrar lo buen jugador que es, pero su triste estadística en el tiro (36,4% en tiros de 2) no es precisamente para reclamar responsabilidades. Ha estado en la línea del resto del equipo, es decir, mal. Sus 9 puntos ante la gran selección de Líbano, con 2 de 7 en el tiro exterior supusieron su mejor actuación en el campeonato. Con eso está dicho todo.
Nota: 3,5

15. Jorge Garbajosa
Garbo está de vuelta. De darse de hostias debajo de canasta ha pasado a especalizarse en el lanzamiento exterior, que si bien no le va nada mal (ha conseguido 17 de 36 triples, un gran 47%) no aporta otra cosa al equipo. No acabo de entender que un 2,07 lance el doble de 3 que de 2, y que capture poco más de 2 rebotes por partido, pero también hay que entender que con 33 años el cuerpo no esté para muchos golpes debajo de canasta. Su gran actuación ante Serbia finalmente no sirvió de nada.
Nota: 6

Sergio Scariolo
No se puede hacer peor cesto con tales mimbres. Sergio, permíteme que me dirija a tí en primera persona.¿Dónde se ha quedado ese Scariolo estratega, dominador de los tempos de los partidos, conocedor de sus rivales, maestro en aplicar la táctica adecuada en el momento oportuno? Porque en este mundial no has dado ni una. Fallaste de partida en la convocatoria, como ya he repetido hasta la insistencia, llevando únicamente a dos bases natos, uno de ellos de 19 años, por muy Ricky Rubio que se llame. Fallaste en la estrategia de los partidos....no todos los rivales son iguales! El mismo esquema no vale igual ante Líbano que ante Serbia!! La jugada, a 3 segundos del final, con 3 puntos abajo y balón en medio campo define a la perfección tu paso por el campeonato: PEOR NO SE PUEDE PLANTEAR. Vamos a ver, alma cándida....tienes una única opción: un triple rápido. Pregunta a cualquier entrenador, jugador, aficionado, ama de casa.....a quién le darías el balón para intentar el milagro? Todo el mundo gritará con fuerza....a Navarro. Y a tí, y sólo a tí, se te ocurre poner al susodicho a sacar el balon de banda. Y encima para dárselo a un 2,07 en media pista y de espaldas a canasta a falta de, insisto, 3 segundos. Esa jugada resume tu paso por este campeonato, donde no has sabido leer a los equipos rivales, donde no has sabido dotar de intensidad a tus jugadores, donde te has mostrado dubitativo en las jugadas de estrategia, donde no has sabido equilibrar el equipo en pista, donde te has empecinado en defensas en zona cuando te estaban cosiendo a triples...y así podría seguir hasta la extenuación. Por todo esto, amigo Sergio, a pesar de que te sigo considerando un gran conocedor de este deporte que amamos tú y yo, tu lugar debería estar lejos de la selección. Con todo mi cariño.
Nota: 0

lunes, 13 de septiembre de 2010

Análisis de una decepción (I)

Hemos despertado del sueño, que se tornó en pesadilla según avanzaban las jornadas del Mundial de Turquía. La selección española, esa que llevaba años (mal)acostumbrándonos a un éxito tras otro, ha salido trasquilada de su último compromiso internacional. Y siempre nos quedará la excusa de que con Pau Gasol y Calderón la cosa hubiera sido diferente, pero eso no nos va a dar ninguna medalla. Voy a repasar (o quizás, mejor dicho, voy a dar un repasito, que es igual, pero no es lo mismo) la actuación uno por uno de nuestros internacionales.

4. Fernando San Emeterio
Comenzamos con una de las equivocaciones de Scariolo. ¿Para qué te llevas a un jugador si no le vas a dar un mínimo de confianza a lo largo del torneo?. La culpa, por supuesto, no es del escolta del Caja Laboral, un jugador que ha rendido a un gran nivel en la ACB y que tiene cabida a corto plazo en el combinado nacional, pero que ha etado cubriendo el puesto que hubiese sido más normal dárselo a un base. ¿Carlos Cabezas? ¿Sergio Rodríguez? Cualquiera. Tienes que contar con que puede pasar lo que pasó, que tu base titular se rompa a cuatro días del comienzo del torneo, o en plena competición. Su actuación no ha sido mala, aprovechando los pocos minutos que le ha dado Scariolo, pero se le notaba fuera de onda.
Nota: 5

5. Rudy Fernandez
Lo de Rudy necesitaría un análisis en profundidad. A pesar de que sus estadísticas puedan mostrar lo contrario (15,5 puntos, 6 rebotes y un 46,2% en triples) su campeonato ha sido para olvidar. Un guadiana que aparecía y desaparecía de los partidos, fallando en los momentos importantes (su primera parte ante Serbia fue como para mandarlo a España) y destacando en momentos supérfluos. Se le ha visto ido, descolocado, fuera de sí... su mirada lo decía todo, no estaba en el Mundial. Entiendo que está pasando un momento difícil en su equipo, con la inseguridad de no saber dónde jugará esta temporada, pero un profesional tiene que estar por encima de todo esto. Lejos, muy lejos del Rudy que impresionó a los ojeadores de los Blazers hace dos temporadas.
Nota: 4

6. Ricky Rubio
El gran damnificado de este campeonato. Venía con la estela de jugador revolucionario, como suplente de lujo de Calderón, como revulsivo en partidos atascados....y a sus 19 añitos se ha encontrado con el timón de un equipo cuyo objetivo era revalidar el título mundial. Demasiado peso para sus hombros. A Ricky le veo un gran problema, y es que creo que su entorno no le está orientando bien. Se presentó a un draft de la NBA prematuramente, empujado por las previsiones de un buen número, pero con la certeza de que no iba a jugar en la liga estadounidense hasta pasados unos añitos. Fichó por un gran club europeo, el Barça, y pasó de no hacer declaraciones oportunamente protegido por sus allegados, a vendernos hamburguesas del Mc Donalds y aparecer hasta en la sopa. Es, o mejor dicho, va a ser un excelente jugador, lo más parecido a Pete Maravich que he visto jamás, pero creo que se está saltando escalones en su progresión.
Nota: 3,5

7. Juan Carlos Navarro
Como cantaba Manolo García, una de cal y otra de arena para el jugador que se ha tenido que echar el equipo a sus espaldas tras la renuncia de Pau Gasol. Ha sido el máximo anotador español, con 16,8 puntos por partido, pero La Bomba ha vuelto a estallar en ocasiones cuando no debía. Es un seguro de vida para cualquier equipo, pero también es un peligro cuando se acelera y quiere resolver a toda costa y a cualquier precio. Pierde pocos balones, pero siempre en momentos inoportunos. Alguien, y no miro a nadie, debería decirle que cuando has conseguido remontar 8 puntos en minuto y medio, hay que cambiar el chip, y volverte más conservador. Alguien debería hacerle ver cuándo hay que correr y cuándo no. Y, a pesar de grandes actuaciones, ha fallado en momentos puntuales que nos han costado el encarrilar definitivamente un partido. A pesar de todo ello, quizás el mejor jugador del equipo.
Nota: 6,5

8. Raúl Lopez
Pocas cosas se le pueden reprochar a un hombre que no es ni la sombra de lo que fue, aquel jugador que encandiló a los propietarios de Utah Jazz, y que se encontró de repente con el papelón de sustituir a Juan Carlos Calderón en la selección, cuando nadie contaba con él semanas atrás. Flojo, indeciso, inseguro....incluso perdió su rol de segundo base en favor de Sergio Llull. No fue una buena decisión su convocatoria, pero él tampoco tiene la culpa de ello.
Nota: 3

9. Felipe Reyes
Ay, Felipe de mi vida....como el resto de pívots del equipo, se le ha visto un peldaño por debajo de su auténtico poderío. Blando con el balón en las manos, no ha sido el revulsivo a que nos tiene acostumbrados. Se le ha visto indeciso de cara a canasta. A pesar de todo, no ha sido de los peores. Romo en su aportación ofensiva (6,4 puntos por partido), ha trabajado bien el rebote como es habitual en él a pesar de su estatura.
Nota: 5,5

Por hoy lo vamos a dejar aquí....estoy haciendo muy mala sangre recordando el mundial, y es posible que si sigo escribiendo los últimos jugadores acaben demasiado mal parados. En breve, la segunda parte....