viernes, 1 de septiembre de 2017

Fácil, quizás demasiado.

Imagen:marca.com
Debutar en una gran competición siempre es complicado. Y si no, que se lo digan a Francia o a Lituania, que a las primeras de cambio se han visto sorprendidos por selecciones teóricamente más débiles como Finlandia o Georgia. Pero hay que tener en cuenta que, desde que le FIBA permite las nacionalizaciones express, no hay enemigo pequeño.

Sacar conclusiones de este debut de la selección española no es fácil. No lo es básicamente porque el rival no ha estado a la altura. Y no lo es porque todos conocemos cómo funcionan estas cosas. A lo largo de los últimos años hemos vivido inicios renqueantes que han acabado con una medalla de oro al cuello, o espectaculares que, tres partidos después saltaron todas las alarmas. Pero las sensaciones, en general son buenas. Muy buenas.

Scariolo no es santo de mi devoción. Difiero mucho con él en su visión del juego y en los planteamientos de los partidos, pero hoy tengo que decir que ha manejado los hilos de manera excepcional. Ha repartido espléndamente bien los minutos de juego, sin ningún jugador por encima de los 21 minutos, y ha sido coherente con el quinteto en cancha. Destacar sobremanera el juego defensivo de la selección, con un Ricky Rubio al que parece que sus brazos son eternos, robando hasta cinco balones, y sobre todo con un Chacho Rodríguez inconmensurable en la dirección, aportando experiencia y sensatez, y leyendo el juego como él solo sabe. 10 asistencias en menos de 14 minutos de juego están al alcance de muy poquitos jugadores en el mundo.

Pero hoy todo el mundo ha estado a la altura. Navarro, al que muchos denostaban y criticaban su presencia en el equipo (yo era de los primeros que tenía mis dudas) ha demostrado que su experiencia y su saber estar nos pueden venir muy bien en compromisos futuros. Tres triples intentados, tres triples anotados. Y aquí paz, y después gloria. Mención especial a nuestras envidiadas parejas de hermanos. Los Gasol, 19 puntos y 13 rebotes, los Hernangómez, 31 y 14. Todo un seguro en la pintura, a los que, por poner una pega, habría que reclamarles más atención en el rebote defensivo, aunque hoy no había la tensión necesaria para reproches.

En cuanto a los más noveles, nervios pero bien resueltos, hoy era el día perfecto para que todo el mundo participara en la fiesta, no hay que olvidar que esto no ha hecho nada más que empezar y que el Eurobasket es muy largo. El seleccionador ha estado muy atinado dando casi 20 minutos tanto a Oriola como a Sastre, los cuales han cumplido con su papel y han soltado los nervios del debut.

En definitiva, y como dirían los cargantes comentaristas televisivos, el debut soñado. El primer paso hacia el oro está dado.



2 comentarios:

  1. Es verdad que Georgia no ha estado a un gran nivel ofensivo (ejemplo de que tener dos-tres grandes jugadores no hace equipo) pero creo que la defensa tambien ha estado a un nivel muy bueno

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    1. Georgia? Montenegro querrás decir ;) Defensa de chapeau, salvo algún que otro despiste en los rebotes, sobre todo en los dos primeros cuartos, pero es imposible mantener la intensidad con un rival tan flojo

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