¿Nos estamos volviendo gilipollas?

Esta mañana compruebo con estupor que más de 3 millones de personas, un 21,2% de share siguió las campanadas de Belén Esteban en Telecinco, cadena que nació como generalista, aunque eso sí, vendiéndonos morbo a raudales con las Mamachicho o aquel programa en el que acababan las tías en pelotas con un tipo vestido de marinero, que posteriormente pareció volverse serio y ahora mismo es un canal especializado en Belén Estaban y Gran Hermano.

Que alguien me explique el tirón de esta mujer, porque yo no lo entiendo. Su único mérito en esta vida es haberse pasado por la piedra (y posteriormente por el altar) a un pseudotorero (muy mediático, eso sí) para posteriormente separarse para poder vivir del cuento y de las almóndigas y los sanjacobos de su hija Andreita. ¿Porqué interesa tanto a la sociedad española la vida de esta don nadie? Su reciente operación de nariz ha copado cientos de minutos de televisión y portadas de las revistas mal llamadas "del corazón".....pero si es que encima es más fea que el culo de un mono!!!!

Tengo que reconocer que, en mi caso (que no en mi casa) también se vieron las campanadas por Telecinco. Si no, a mi madre le da algo! Y como estaba en casa ajena y no era dueño del mando de la tele, tuve que optar por colocarme estratégicamente en la mesa de espaldas a la tele, a la cual no miré ni cuando bajaba esa enorme bola de la Puerta del Sol.

Creo que en el fondo tengo envidia de esta mujer. Sin cultura alguna, sin saber hablar, se ha convertido en objeto de culto en esta nuestra sociedad, llenándose los bolsillos de billetes a costa de millones de personas como mi madre que ponen el grito en el cielo si la criticas en su presencia. Ya ni siquiera me extraña que se hagan hasta tesis doctorales sobre su figura. ¿Nos estamos volviendo gilipollas? Yo creo que sí...