sábado, 28 de agosto de 2010

España, 66 - Francia, 72

No entiendo a Scariolo. Me parece una absoluta frivolidad llevar a un Campeonato del Mundo únicamente dos bases natos. Porque puede pasar lo que pasó en la fase de preparación, que tu base titular, Calderón, se lesione, y que en el primer partido del campeonato esté a punto de suceder lo mismo con Ricky. Además, como recambio del primero, se lleva a Raúl López, un gran manejador del balón pero que no es ni sombra de lo que fue. Y Ricky es un gran jugador, pero es más un revulsivo para cuando las cosas no salen que un organizador de juego asumiendo todo el peso del equipo, al menos por ahora. Y todo esto se ha mostrado a la perfección en este primer partido del Mundial de Turquía, donde, a decir verdad, se ha fallado prácticamente en todos los aspectos del juego, pero sobre todo, bajo mi punto de vista, lo que ha sido determinante ha sido la falta de dirección en el equipo.

Claro está, todo esto nos lo podemos permitir en un primer partido de una fase de clasificación con 3 rivales muy débiles ante los cuales sería muy complicado perder ni haciendo trampas, pero es significativo que una selección como la francesa, con muchas bajas, que tenga como estrellas al resucitado Gelabale y a un chavalito de 20 años que ni siquiera entraba en la primera convocatoria de 24 jugadores, te coma la oreja de la manera en la que lo han hecho esta noche. Y es que el único consuelo posible es pensar que peor es muy difícil jugar.

Se ha fallado en todos los frentes. A la debilidad ya señalada de la dirección de equipo, hay que sumar la inconsistencia de dos jugarores que, a pesar de haber sido los máximos anotadores del equipo, con 17 y 13 puntos respectivamente, Navarro y Rudy se han mostrado dispersos durante todo el encuentro, y que sólo en momentos puntuales de la segunda parte han sacado a relucir su talento. Otro jugador que debería ser clave, Marc Gasol, se ha quedado en 8 puntos y 7 rebotes, viéndose siempre superado por la defensa rival. Y qué decir de Fran Vázquez, que a pesar de que su cuerpo lo hemos visto pululando por el parquet, su cabeza se ha quedado en el hotel, o Garbajosa, que lo único positivo que ha hecho ha sido el triple que garantiza en cada partido.

Pero si en el aspecto individual la cosa ha ido mal, en el aspecto colectivo ha sido aún peor. Es inadmisible que una selección campeona del mundo acabe el encuentro con 17 de 32 en tiros libres. Mis equipos infantiles de las Agustinas superaban habitualmente ese porcentaje hace unos años. La defensa ha hecho aguas en muchos momentos, olvidándonos de los buenos resultados que nos daba la presión tras tiro libre en los partidos de preparación, y permitiendo a jugadores que están de vuelta como Gelabale se conviertan en protagonistas inesperados. Mal también en la terminación de las jugadas, nos han puesto una sarta de tapones desquiciante, mal en las segundas opciones...

Si a todo esto añadimos un arbitraje rozando la calificación de nefasto (algo que, por otro lado, a nadie debe sorprender en un mundial) ha dado en conclusión una primera derrota de la que se suponía la gran favorita. El único consuelo que nos queda es que, por una parte, como ya he dicho antes, peor es muy difícil jugar, y también que la selección de fútbol empezó igual hace un par de meses, y fíjate como acabó la historia.....

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