
Nuestro gozo en un pozo. Pensábamos que habíamos evolucionado como país, que habíamos dejado atrás eses dependencias serviles que plasmó a la perfección Luis García Berlanga en la imprescindible película Bienvenido Mr. Marshall. Pero no. Seguimos siendo tan paletos, tan catetos, tan patéticos como entonces. Ya me imagino a la alcaldesa de Marbella y demás concejales vestidos de flamencos en el balcón del ayuntamiento cantando aquello de "Americanos, os recibimos con alegría..."
Afortunadamente han reculado a tiempo, y han retirado el vergonzoso cartelito, pero el daño ya está hecho. Por mucho que se escuden en que así se refuerza el sector turístico de la zona y que se trataba de una campaña de promoción de la Costa del Sol y de Marbella, lo cierto es que la imagen que hemos dado al mundo ha sido (nuevamente) tercermundista.
Hay que pensar muy bien determinadas actuaciones antes de llevarlas a cabo....
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