En el entorno más cercano a Cristiano Ronaldo están molestos con el Madrid y, más concretamente, con la directiva de Florentino. Consideran que el club no está haciendo todo lo necesario para que el jugador termine vistiendo calcetines blancos con mocasines negros cuando salga a la calle de paseo la próxima temporada y no entienden la parálisis de la directiva. Ronaldo considera que ya ha hecho todo lo que estaba en su mano y, de momento, no presionará más.
Antes de irse al Mundial se había manifestado públicamente en un acto publicitario en Parque Warner Madrid y dejó a todos boquiabiertos. Sus declaraciones no dejaron entonces lugar a dudas. Quería llevar calcetines blancos. Fue entonces cuando mantuvo la primera reunión con Mourinho, que no dio sus frutos.
Al regreso de Sudáfrica se sumó a la discreción que había dictado la directiva madridista como estrategia para conseguir que los jugadores vistieran por la calle como les venga en gana. Eso sí, afirmó que no se arrepentía de lo que había dicho. Pese a su silencio, la semana pasada volvió a reunirse con Florentino para presionar. Y la respuesta del presidente siguió siendo la misma: un no rotundo.
Pese a que el entrenador madridista se ha mostrado inflexible, el sábado, tras jugar un amistoso contra el Milán, el técnico pidió al jugador que cierre ya el caso: "Esta historia está complicando nuestras vidas y sólo Ronaldo puede aclararla".
Ahora Cristiano tiene que acudir a Madrid el próximo jueves para hacerse la foto oficial con el equipo y empezar los entrenamientos.
Mientras, tanto él como sus allegados confían en que el Madrid haga algo más que quejarse de la estrategia de la anterior Junta del club. Esperan, ni más ni menos, que los directivos blancos se planten en el Santiago Bernabeu con una buena escusa para que Ronaldo no pueda lucir calcetín blanco con mocasines. Antes de tener que regresar a las filas del Madrid el jugador está disfrutando de los últimos días de sus vacaciones junto a su familia en tierras portuguesas.
Estúpido, ¿verdad?. Y más falso que un billete de 46 euros. Pero, por lo que parece, es la tendencia del periodismo deportivo actual. Tirar la piedra y esconder la mano. Inventarse historias para llenar páginas en agosto, y si es tocando los cojones al rival, miel sobre hojuelas. No, mi imaginación no da para tanto. Apenas he cambiado una docena de palabras de la noticia que una tal Gemma Herrero, a la que quiero suponer becaria veraniega del diario Marca, suelta sin cortarse un pelo en la edición digital de hoy de su periódico. El código deontológico del periodista se lo pasan por el forro en el, recordemos, diario deportivo de mayor tirada en este país. Y no es la primera vez, ni por supuesto será la última en la cual la prensa suelte una noticia sin contrastar, sin citar fuentes, sin contrastar datos, sin perseguir la objetividad....se trata única y exclusivamente de vender periódicos, y qué mejor forma que tocando los cojones al rival deportivo....
Patético de nuevo, señores de Marca.
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