Tras la retirada del último símbolo franquista de las calles de Barcelona, renacerá en Logroño la polémica por el uso de nomenclatura relacionada de una forma u otra con el régimen dictatorial, como nos recuerda Javier Campos en su blog, el cual os recomiendo.
Poca gente en esta ciudad sabe que calles como Avenida de Navarra, la calle Galicia, Avenida de Portugal o la calle Huesca tienen connotaciones fascistas en el motivo por el que fueron asignados sus nombres, más evidentes pueden ser los casos de Calvo Sotelo o Jorge Vigón...El tema es el siguiente: ¿alguien se para a pensar en el significado de una calle cuando la nombra? Dicho de otra manera...a alguien le vienen a la cabeza los Episodios Nacionales cuando va a una cafetería de Pérez Galdós? Un ejemplo que puede resultar curioso: en Logroño hay una calle denominada República Argentina. Es raro encontrar a alguien que en una conversación informal, hablando de aquel país se refiera al mismo con la coletilla de su estatus político, al igual que es imposible que un logroñés se refiera a dicha arteria como Avenida Argentina o Argentina a secas...
A lo que voy es que casi nadie repara en el significado de los nombres de las calles a la hora de hacer mención de las mismas. De acuerdo con que el hecho de otorgar un nombre a una calle sirva para hacer un homenaje al personaje en particular, pero pocos días después el hecho se vuelve inocuo, y la denominación de la vía pasa a ser un signo distintivo de las demás de la ciudad.
Nadie se para a pensar en las consecuencias que acarrea un cambio de nomenclatura en las mismas, parece que bastase con cambiar una serie de placas por la ciudad, pero..y si tienes un negocio en esa calle? Imagina que acabas de encargar a una imprenta una papelería completa con tus datos franquistas, o que acabas de rotular tus coches o furgonetas con dichos datos. O formas parte de una comunidad de vecinos que ha reformado el portal y le ha dado por eso que está de moda ahora, por destacar tallado en el cristal de la puerta la actual denominación...Parece que nadie repara en esas cosas a la hora de agarrarse a la tan manida Ley de la Reforma Histórica.
Y a mí me parece muy bien la eliminación de los símbolos del régimen de Franco en las ciudades, pero como en todo hay que calibrar los pros y los contras. Y en lo que se refiere a los nombres de las calles, hay más de lo último. Y más con la que está cayendo.
Se te ve el plumero, compañero!!!!!!!! ¿Más contras que pros? Menuda gilipollez. La patita se te ve.
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