Sabía que tarde o temprano pasaría algo así. Era cuestión de tiempo. Resulta que la Agencia de Salud Pública de Barcelona ha instado a la compañía que representa el musical Hair en el Teatro Apolo de Barcelona a que no fumen sobre el escenario si no quieren ser fuertemente multados. Un espectador, concienciado con la ley, denunció el hecho de que los actores fuman sobre el escenario para que la maquinaria talibán antifumadores se pusiera en marcha. Y parece ser que no sirve de nada alegar que lo que los actores fuman NO ES TABACO, es una hierba andaluza conocida como hierba de pastor, y, por si no lo sabían, el LSD que se toman en realidad son pastillas de menta. Y EL ACTOR QUE MUERE AL FINAL es mentira, que no muere, que al día siguiente vuelve a escena vivito y coleando
El siguiente paso, obviamente, será prohibir terminantemente las películas de Humphrey Bogart y todas las del oeste, y elminar de los libros, las películas y las obras de teatro todo lo que esté prohibido. A partir de ahora no podrán verse asesinatos, por que la ley dice que matar no es lícito. Y dará igual que demuestres que en realidad es mentira, que los actores no están por la labor de dejar su vida por un personaje, así como no lo están para meterse picos de heroína por ceñirse al papel. Aplicando la regla de 3 antifumadores, todo esto debería desaparecer de nuestra cotidianeidad.
Es el colmo. O son ganas de tocar los cojones. Es lo que pasa cuando se redacta una ley sin pararse a pensar en sus consecuencias, sin matizar las posibles excepciones a la misma y sin medir la repercusión que podría originar. Todo esto hace que, ese insigne ciudadano que denunció tal estupidez merezca el mayor de mis desprecios, aunque en el fondo pueda llegar a entenderlo. Cuando una indocumentada con cargo de Ministra alienta a la población a denunciar al prójimo, cuando una estúpida asociación de consumidores pone los medios, las consecuencias son estas. La estupidez en grado superlativo.
Qué asquito, por Dios....
La mejor forma de defender una infamia es atacar. eS la táctica del VERDUGO sobre la VÍCTIMA. Lo hizo Nerón incendiando Roma y acusando a los cristianos. Lo hizo Hitler acusando a los judíos de todos los males. Lo hizo Cristina Cifuentes acusando a las víctimas de no dejarse golpear por sus policías. Y sobre todo: LO HAN HECHO SIEMPRE LOS FUMADORES (verdugos) con los no fumadores (Víctimas). Siempre han intentado confundir a los demás haciendo creer que las víctimas (las que inhalan involuntariamente el humo cancerígeno) son los verdugos (que son los que les hacen tragar ese humo). Una táctica muy antigua, pero da resultados. Por eso, siempre hay alguien como este desinformador que publica este blog. ¡¡Cuidado con los desinformadores!!!
ResponderEliminarRecurrir al ETIQUETAMIENTO insultante, y al insulto y la descalificación siempre ha sido la táctica preferida de los FUMADORES, como éste que escribe este blog. Llama nada menos que TALIBANES a sus pobres víctimas, por el hecho que no admitan ser intoxicadas por un drogadicto que quiere IMPONER a sangre y fuego sus humos en cualquier espacio. Pues bien, usemos sus mismas armas: SEÑOR BLOGUERO, cuando nos refiramos a los pro-tabaco, les llamaramos NAZIS-PRO-TABACO, que es lo que mejor les describe: gasear impunemente a cualquier víctima, les guste o no, y tanto da si son hombres, mujeres, niños, ancianos, bebés, o enfermos. A un nazi-fumador no le importa el daño que hace, sino liberar su mono.
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