
Pero claro, hablar es gratis, y la demagogia campa a sus anchas entre la clase política española, tanto por un lado como por el otro. Y ahora resulta que, tras el ataque marroquí al pueblo saharaui, aquella que agitaba a las masas en pos de una postura firme de condena, cuando tiene la opción de demostrar sus convicciones, se muerde la lengua. Y seguro que tiene a todo su equipo de asesores intentando darle la vuelta a la tortilla para demostrar que la culpa es, como siempre, del Partido Popular, y es que este gobierno que nos ha tocado sufrir, más que gobernar, hace oposición a la oposición. Y así nos va. Y tú más.
He aquí sus palabras, las que no se pudo llevar el viento...
No hay comentarios:
Publicar un comentario