Undécimo Mandamiento: No fumarás.

Se calcula que un adolescente, cuando llega a cumplir 18 años, ha visto 40.000 asesinatos y 250.000 imágenes violentas entre televisión, internet y videojuegos, tanto reales como ficticias. Pero en este país, lo que realmente le procupa a nuestro gobierno es que no se vean escenas donde aparezcan los protagonistas fumando. Y de momento se salvan películas y series, pero que a nadie le quepa duda que, una vez iniciado el proceso de desnicotinización televisiva, a las pelis de Humphrey Bogart le quedan 3 cortes de pelo. Ya le pasó a Lucky Luke, que tuvo que cambiar su cigarrillo por una pajita.

Y a mí me parece muy bien que se ataque el tabaquismo. Como fumador que soy, me encantaría que el tabaco, en vez de restringirse su uso, se prohibiera definitivamente. Así dejaríamos de fumar sí o sí. O que, al menos, como paso intermedio, prohibieran a las tabaqueras añadir a sus productos la cantidad de mierdas adictivas que ahora mismo forman parte de la composición de un cigarrillo. Pero claro...cómo privar a las arcas gubernamentales del mayor ingreso por impuestos habidos y por haber? Al loro con la aportación de los fumadores al estado: 9.446,7 millones de euros en 2009. Dicho en pesetas, que asusta más, más de un billón y medio. Y claro, cualquiera renuncia a ese pastizal...

Con lo cual, la solución es óptima para los gobernantes: subidas casi bimensuales del precio de las cajetillas, en plan "el que fuma que se joda", y campañas como esta última, en la cual nos van a seguir vendiendo la droga, pero no nos van a dejar hacer uso de ella en casi ninguna parte. Y ya no sólo en espacios cerrados, no...a partir del 2 de enero de 2011 (qué majetes, nos dejan nochevieja para las últimas caladas) no se va a poder fumar ni en las proximidades de un hospital ni de un parque infantil. Pero curiosamente sí se va a poder fumar en un campo de fútbol, aunque tengas 45 niños rodeando el humo de tu Faria. Incongruentia habemus.

Eso sí, nadie se preocupa, volviendo al tema del no fumar en la tele, de asquerosos programas basura que inundan las cadenas, especialmente aquella que se autodenominaba la cadena amiga, que se emiten en horario supuestamente protegido y que no sólo son perjudiciales para los menores, sino para toda la humanidad. Lo importante es que, aunque nos volvamos imbéciles, lo hagamos llenos de salud, para así nos puedan machacar con la misma mierda durante muchos más años...

No, si mal pensado no está.....