Yo soy español, español, español...

Me encanta ver las ventanas de las casas decoradas con la bandera española. Por fin la gente puede demostrar su amor a unos colores, su amor a su nación, sin miedo a que le tachen de facha. Y es que vivimos en un país en el que mucha gente sigue relacionando conceptos como patria, bandera y orgullo de ser español con el régimen franquista, como si ese señor pequeño que nos oprimió durante 4o años hubiese inventado esos términos, como si fuere el creador de la rojigualda, como si hubiera compuesto él mismo el himno nacional...

Nada nos une más que el deporte. Es curioso, lo que no han logrado jamás los políticos lo consiguen, como diría mi añorada vecina de toda la vida, la Señora María que en paz descanse, once tipos en calzoncillos. España está a un paso de convertirse en campeona del Mundo de fútbol, como ya lo fue de baloncesto, de balonmano, de hockey...y eso hace despertar en sus habitantes el espíritu patrio, el orgullo de haber nacido en este maravilloso país, y ondean sus banderas sin pudor, sin miedo, incluso en feudos nacionalistas...en Barcelona, tras la manifestación de hoy pro-independentista, se va a instalar una pantalla gigante para que los barceloneses, catalanes y también españoles puedan disfrutar, si ganamos, de una victoria colectiva, una victoria que hará igual de feliz al gallego, al extremeño y al riojano, que dejará a un lado las ideas políticas y territoriales y que hará saltar la lagrimita hasta al mismísimo Anasagasti, aunque jamás lo reconocerá.

Ganemos o perdamos, hoy puedo decir con orgullo y en voz bien alta aquello de...Yo soy español, español, español....