Me resulta cuando menos curioso, incluso a veces irritante, la desaparición de los sindicatos españoles en la mayor crisis económica de los últimos 30 años. Tan dados a hablar de los derechos de los trabajadores, tan poco reacios a montar manifestaciones a la mínima que un determinado gobierno o comité de empresa se pasa de la raya, sorprende que en estos momentos, en los cuales la tasa del paro alcanza el 18,5%, el doble que la media de la UE, se mantengan en silencio. Cabe recordar en este punto que el gobierno de Aznar sufrió una huelga general hace 7 años con 2 millones de parados menos, y ahora, con la que está cayendo, hay un mutismo total por su parte. A cambio nos piden que nos rebelemos contra la pobreza del mundo, tratando de internacionalizar la crisis, mirando hacia otro lado cuando se enteran que España es el país que más ha aumentado el paro en el último año en Europa, sólo por detrás de Lituania y Letonia.
Pero claro, no es cuestión de morder la mano de quien te da de comer, o, mejor dicho, de quien te tapa la boca a base de subvenciones. Y mientras tanto, los que tenemos la fortuna de conservar un puesto de trabajo, pendiente de un hilo en muchos casos, vemos como cada vez más amigos y familiares hacen cola cada mañana en las oficinas del paro. Y yo me pregunto...de qué sirven unos sindicatos que no defienden a los trabajadores, o que sólo lo hacen cuando el color del partido en el gobierno es diferente al suyo?. Lo fácil es echar la culpa al empresario, metiendo en el mismo saco al magnate de turno y al propietario de una pequeña empresa que las pasa putas para pagar las nóminas a final de mes. Spain is different....y cada vez más.
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