sábado, 11 de junio de 2011

Indignación con los indignados

Partiremos de una premisa: estoy totalmente a favor de los motivos que han llevado por fin a miles de personas en toda España a manifestarse. Me parece que la clase política se ha apoltronado, que los bancos y banqueros son unos chorizos y el cáncer de este país, que es una puñetera vergüenza que tengamos 5 millones de parados y que los que pagamos siempre el pato somos los ciudadanos de a pie. Dicho esto, creo que el movimiento 15-M tiene que cambiar de estrategia. Lo que al principio se volvió comprensión y solidaridad por parte de la gente de la calle está terminando en desidia y rechazo por parte de éstos.

Y es que todo está bien, siempre que se sepan medir las consecuencias. Todo está bien siempre que se sepa dar un paso adelante. Todo está bien siempre que se respete la libertad de los demás. Y es este último punto el que, desafortunadamente, se están saltando a la torera. Los comerciantes de la Puerta del Sol están hasta los cojones, y con razón: sus ventas han bajado escandalósamente desde que se instaló el campamento, y de esto va a hacer ya un mes. Y ya en el ámbito local, lo sucedido esta mañana en Logroño en el acto central de las fiestas patronales de San Bernabé no tiene nombre.

Para el que tenga la mala suerte de no ser logroñés, decir que dicho acto consiste en una procesión con la figura del santo, una procesión religioso-festiva, ya que discurren además de la figura, gigantes y cabezudos y gaiteros. En dicha procesión, el alcalde, en este caso la alcaldesa, porta una bandera de Logroño de grandes proporciones, y da tres banderazos en tres sitios emblemáticos: el arco de San Bernabé, Cuatro Cantones y la Puerta del Revellín. Pues bien, los manifestantes han entorpecido en primer lugar el arranque de la procesión, que se ha retrasado en casi media hora, y posteriormente la han seguido por detrás con cazuelas y silbatos, entonando sus proclamas.

Creo que hay que saber diferenciar lo que es un acto político con lo que es uno lúdico-festivo, y el que nos atañe no tiene nada que ver con la política. El hecho de que sea el alcalde de turno el que de los banderazos es una tradición ancestral, y simplemente representa la cabeza visible de la ciudad, representando a todos los vecinos. La política siempre ha quedado al margen en este acto. Pero hoy han intentado reventarlo, y se han encontrado con el enfado de una multitud de gente que les ha pitado y les ha gritado "fuera, fuera", hartos de que se mezclen churras con merinas.

Ciertamente, no me los imagino boicoteando el chupinazo de San Fermín en Pamplona, ya que seguramente saldrían escaldados, ni manifestándose a los pies de la imagen del Pilar en Zaragoza durante la ofrenda de flores...lo que hoy han conseguido ha sido que mucha gente que les profesaba simpatía hayan cambiado de idea y les haya abucheado. Hubiera bastado con la protesta que han protagonizado a primera hora de la mañana en el acto de posesión de cargo de la alcaldesa, y dejar que las tradiciones siguieran su curso normal. Pero no. Han tensado demasiado la cuerda, y esta ha empezado a romperse. Tenían a la opinión pública a su favor, pero cada día que pasa, más gente reniega de ellos. Sería un buen momento para un cambio de estrategia....

2 comentarios:

  1. Se ve que no tienes la suerte de ser navarro. En Pamplona tenemos (o teníamos) el Riau riau, procesión con la banda de música la Pamplonesa que acompañaba al son de la música a la corporación municipal hasta la capilla del Santo. Por culpa de imbéciles (que los hay en todas partes) que aprovechaban el paso del alcalde para irrumpir y actuar de forma violenta, se suspendió el acto. Llevamos unos años intentado recuperar pero, por desgracia, aquí ganaron los violentos.

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  2. Lo se, Anónimo, me di cuenta nada más redactar la entrada....

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