Entre el 16 de abril y el 3 de mayo, entre esos 18 días, 4 partidos de fútbol van a paralizar España y medio mundo. Barça y Madrid, Madrid y Barça, se la juegan a todo o nada en apenas dos semanas y media. Pero en realidad, estos partidos se vienen disputando desde hace semanas, en forma de enfrentamientos verbales, más que por sus protagonistas, por la prensa deportiva de ambas ciudades.
Es hasta cierto punto normal que cada cual arrime el ascua a su sardina, pero la cada vez más denostada prensa deportiva tira a veces con dardos envenenados, que no hacen sino caldear (aún) más el ambiente. Una cosa está clara: millones de personas de este país van a sufrir, dentro de menos de 3 semanas, un agobio brutal por parte de otros tantos millones en forma de cachondeo por haber caído ante el eterno rival. Y es que el fútbol no se juega los domingos, sino el lunes en la oficina, en el taller, en el bar....los aficionados no sólo sufrimos con la derrota de nuestro equipo, sino sobre todo con el post-partido con los compañeros de curro o con los amigos.
18 días en los que puede pasar cualquier cosa. Está claro que el término "sorpresa" no va a tener cabida. Dos de las mejores plantillas del mundo, completamente antagónicas en su estilo de juego, en su filosofía, en su forma de ver el fútbol, se van a ver las caras cuatro veces con tres títulos a repartir. Por un lado el Barcelona, favorito en todas las casas de apuestas y en el sentir colectivo, pero vulnerable ante equipos mediocres, y por otro el Madrid, una colección de cromos en la que faltan algunos y tienen muchos repes, que lo mismo ofrecen un gran espectáculo como dan verdadera lástima.
La guerra ha empezado en los banquillos. La cansina modestia de Guardiola otorga el papel de favoritos a la Casa Blanca, mientras que la torturante prepotencia de Mou le invita a montar el numerito y no decir ni papa ante la prensa.
La guerra ha seguido en los medios, con las hilarantes y desquiciantes tertulias de Punto Pelota, repleta de forofos radicales metidos a periodistas o las tonterías a las que lamentablemente últimamente nos tiene acostumbrados el Marca
18 días que van a marcar el devenir de miles de aficionados, la alegría y la angustia separadas por una tenue línea divisoria. 4 rounds de 90 minutos con la famosa coletilla de no aptos para cardíacos. Una fiesta del fútbol, en definitiva, por cuadruplicado y con el sello de garantía del buen espectáculo. No se acabará el mundo después de esto, pero muchos reirán y otros tantos llorarán. Espero estar entre los primeros....
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