sábado, 8 de mayo de 2010

Mi experiencia en el dentista (II)

(Leer 1ª parte)
Al día siguiente regresé temprano, para discutir los presupuestos con la dentista. No habían empezado a pasar consulta todavía, y pedí hablar con ella 5 minutos. La enfermera entra a avisarla, y sale al poco rato, diciéndome que ahora no me puede recibir. Le digo entonces que me de hora para hablar con ella, a lo cual me responde que cualquier cosa se lo podría transmitir a ella, que se encargaría de decírselo a la doctora. O sea, que yo, dispuesto a dejarme mi sueldo de año y medio en arreglarme la boca y ni siquiera se dignaron en darme explicaciones...aquella fue la última vez que entré a Vital Dent.

Claro está que el problema seguía ahí, y no podía dejar pasar más tiempo. De camino a casa recordé la clínica que habían puesto pocas semanas atrás justo en frente, y decidí entrar a ver. Dicha clínica la llevaban (la siguen llevando, de hecho) un chico y una chica jóvenes, que semanas después descubrí que eran bolivianos, un pequeño matiz que quizás me hubiera echado atrás de haberlo sabido antes de cruzar la puerta, cometiendo un gran error. Y es que desde el primer momento que entré me trataron de maravilla. Me pasaron casi al instante, me revisaron la boca, diente por diente durante 45 minutos, 44 minutos y 30 segundos más que en el otro lado. Me hicieron radiografías totales, parciales, dieron mil y una vuelta a la situación...comparado con Vital Dent, el día y la noche.

Tras la pesada aunque poco molesta revisión, me pasaron a un despacho para explicarme la situación y darme presupuesto. Visto lo visto, llegué a tener claro que fue bonito mientras duró, ya que si en el otro lado, con fama de baratos, me habían presupuestado entre 18 y 22.000 euros, lo de aquí me iba a dejar temblando. Pero cual fue mi sorpresa cuando, en primer lugar, me dicen que van a intentar salvarme casi toda la dentadura inferior (la cual por cierto sigue aquí, vivita y coleando en mi boca) y me plantean de nuevo dos presupuestos...iba a despertar de mi sueño cuando de repente le oigo decir a la doctora...

-Mira, si lo hacemos así, te sale por 9.000 euros, y si lo hacemos de esta otra manera, por 13.000....

De no haber estado mirando los papeles mientras me lo decía le hubiera tenido que pedir que me lo repitiera. No me lo podía creer. No sólo iban a salvarme una buena parte de mi dentadura, sino que, además, en el peor de los casos, me iba a salir 9.000 euros más barato!!! Quizás lo inteligente hubiera sido ir a buscar una tercera opinión, pero me sentí tan bien tratado que firmé en el momento. De lo cual no me arrepiento en absoluto....

(continuará)

2 comentarios: