Pocas cosas hay que odie más en este mundo que la figura del gilipollas. Lamentablemente, estamos rodeados de ellos por todas partes. Y los hay de muchos tipos, pero todos tienen un denominador común: las ganas de tocar las pelotas sin más fin que el de satisfacer su debilitado ego.
Un paseo por la ciudad te da para descubrir varias subespecies: tenemos al gilipollas que, spray en mano, le da por estampar su firma en una pared recién pintada, o al gilipollas que es capaz de poner la zancadilla a un anciano con muletas...variantes hay muchas, pero desde que existe internet, su número se ha visto incrementado de una manera exponencial. El anonimato que proporciona la red permite a esta especie sub-humana expandir sus redes de la forma más cobarde, tocando los cojones de una forma más rápida y sencilla y sin exponerse a dos hostias bien dadas. Este es el caso que nos atañe hoy...
Tengo cuenta en Tuenti. Lo cierto es que apenas la uso, sólo me asomo cuando recibo algún correo notificándome variaciones en mi perfil. Y hoy me ha llegado una de esas notificaciones: tenía un mensaje de un desconocido. Normalmente hubiera pasado del tema, pero mi curiosidad ha podido más....y voy y me encuentro esto:
Lo primero que me ha llamado la atención es su educación: a pesar de ponerme a bajar de un burro, me ha empezado a tratar de usted (aunque posteriormente he comprobado que simplemente uno de sus dedazos no ha hecho contacto con la tecla correspondiente...) Sin venir a cuento, sin conocernos de nada, este empleado de una empresa de seguridad, según consta en su semivacía página en Tuenti, ha accedido a mi perfil con la única intención de provocarme. De un tirón, y supongo que provocándole un subidón de adrenalina, me llama gilipollas, comepollas y marica. Vale. Hubiera pasado de él si no hubiera sido porque en el mismo comentario a mencionado a mi santa madre. Y por ahí no paso. Y, como no he querido entrar al juego de responder a su mensaje vía Tuenti, que es lo que esta clase de gilipollas buscan, lo hago por aquí.
Y no voy a mencionar a tu madre, Manu, que bastante tiene la pobre con tener un hijo como tú. Y tampoco voy a desperdiciar mi preciado tiempo en buscar una respuesta ocurrente a tu gilipollez. Van a bastar tres palabras para expresar lo que siento: QUE TE DEN.
Que fuerte !!! yo creo que este tio o esta loco o tiene tal agresividad mezclada con una inmensa cobardía, que hace que solo pueda liberarse de la primera metiendose con gente que no conoce.. !! es de coña.. y es cierto que mejor no meterse al trapo, pero debería a ver algún otro medio para que recibiera un escarmiento ! de momento con este post es un buen inicio ..)pero creo que el adjetivo de gilipollas, le queda un poco corto.. en fin , como tu dices que LE DEN
ResponderEliminarlo cierto es que no he encontrado palabra más rotunda que lo defina....
ResponderEliminarYo es el insulto que más uso, en este caso es un JILIPOLLAS rotundo!!! Ese es un desgraciado que no tiene nada interesante ni que hacer ni ofrecer a los demás. buff, el año pasado alguien se me coló en mi blog y me cambio todos los datos del perfil con sandeces para ir hacer daño... Qué pena no tenerlo cerca para hacerlo papilla! en serio es que genera MUY mala ostia la falta de respeto a los demás.
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