lunes, 15 de marzo de 2010

La Gran....Chapuza de Logroño (I)

Érase una vez un Ayuntamiento de Logroño que decidió que su arteria principal, la Gran Vía, debía reformarse para dar prioridad en ella a los ciudadanos de a pie. Loable postura, sobre todo para un peatón como yo. Ya puestos, decidieron, en primer lugar, crear un parking subterráneo. Ya puestos a remover la superficie...porqué no ir 15 metros más abajo? Y así nos tuvieron, a todos los logroñeses, durante más de un año con su eje principal de comunicación levantado palmo a palmo. En el fondo, todos los que aquí vivimos sabíamos que dicha calle requería algo más que una manita de pintura...

La web del Ayuntamiento se apresuró a poenrnos un vídeo-montaje de cómo quedaría la calle meses antes de que finalizaran las obras. A todos nos chocó que lo que antes era una recta se convertiría en una curva, sobre todo a los que somos de letras, pero todo fuera por el bienestar del ciudadano de a pie. Todo era precioso....espacio ganado para los peatones, grandes farolas iluminando el recorrido, una rotonda-salón (sic)....claro está que en dicha representación futurística no se apreciaban determinados detalles que finalmente fueron determinantes para calificar dicha obra como una de las mayores chapuzas ejecutadas en Logroño en los últimos siglos.

Y, desde luego, se veía preciosa cuando la inauguraron. Habían suprimido sendos carriles laterales, ganando espacio para, sobre todo, las terrazas de las cafeterías del lado norte, aunque aglomerando todo el tráfico rodado en el carril central, el único que sobrevivió a la transformación. Una fuente en el cruce con Vara de Rey, la mencionada plaza salón en mitad de la arteria, su curva que antes era recta...todo muy bonito a priori. Pero claro, quedaba probarla...
Y aquí empezaron los problemas: al margen de la absurda exposicion callejera que eligieron para inaugurarla, plantando docenas de ositos de gominola gigantes a la salud de la ahora ex-mujer de Álvarez Cascos, los problemas reales no tardaron en parecer. En primer lugar, la requetemencionada en este artículo plaza-salón, cuyo nombre sonaba muy bien antes de la inauguración, se convirtió en un agujero negro por las noches, contando como única iluminación los (absurdos) focos fosforito que nacían (y siguen naciendo) de las entrañas del suelo. Además, para los que medimos más de 1,70, el peligro que suponen las incipientes ramas de los arbolillos que allí plantaron, candidatos a sacar un ojo a cualquier peatón.
Claro que lo de la iluminación no se iba a quedar ahí...las imponentes farolas en forma de "Y", denominadas Yolandas en honor de la mujer del creador del nuevo espacio urbano, no alumbraban una mierda!!!

(continuará, que hay palos para todos...)

2 comentarios:

  1. Muy bueno Paco, me gusta mucho tu blog y si además hablas de Logroño y en espíritu crítico, mucho más, así tengo otra pequeña línea de conexión mi ciudad natal.:)
    En cuanto al tema del que tratas, estoy de acuerdo contigo, la última vez que estuve por allí, me resultaron rídiculas esas esculturas en forma de golosina, y también note desperfectos en la calzada y en la acera y en cuanto a las lámparas, si si, tienes razón ni son especialmente bonitas, ni iluminan...en fin que como en todos lados también en Logroño hay chapuzas,pero ahí esta el verdadero ciudadano, para denunciar aquellos actos en contra de la comunidad !! un saludo

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  2. Pues no te pierdas la segunda parte...como sufridor a diario de dicha calle hace que me salten chispas cada vez que pienso en lo que pudo ser y no es...y pasa como con todo, entre todos la mataron, y ella solita se murió.....Un placer verte por aquí, Silvia

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