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Y es que lograr 19 puntos de ventaja en los primeros 10 minutos del partido permite bajar el pistón y pensar en los siguientes rivales. Aún así, el equipo de Scariolo no se ha relajado en demasía, aunque se han visto algunos desajustes defensivos y alguna frivolidad propios de la enorme superioridad de la selección española sobre el grupo de amigos que hoy parecían Satoransky y compañía.
Pau ha vuelto a ser el Pau de las grandes ocasiones. El líder que cualquier entrenador desea tener en pista. 9 de 10 en tiros de campo, y 7 de 7 en tiros libres en poco más de 20 minutos de juego. Y a descansar, que queda mucho torneo. Por su parte, el bueno de Ricky (pasa por peluquería, por favor...) ha comenzado el partido mandando, marcando los tiempos, y anotando todo lo que lanzaba a canasta. Dos asistencias de Navarro, dos tripes del de Masnou, han servido para empezar a poner tierra de por medio. Al descanso ya habíamos anotado todos los puntos que finalmente subirían al casillero los checos en todo el partido.
Y toda la segunda parte ha sobrado. A ratos un correcalles, en otros se ha visto un poco de prepotencia en nuestro equipo, abusando de pases sin mirar de cara a la galería. Vamos a por el oro, pero como caballeros. Ha servido también a la República Checa para decorar un poco sus tristes estadísticas, y para dar minutos por parte de Scariolo a los no habituales, dando descanso absoluto a Abrines. Segundo partido de España, y segundo partido en el que ningún jugador ha estado en cancha más de 21 minutos. Los rivales hasta ahora están permitiendo a la perfección la dosificación de las fuerzas.
Ahora, descanso hasta el lunes, cuando nos emfrentaremos a la cenicienta del grupo, Rumanía, que aunque juegue en casa tiene todas las papeletas de ser un nuevo sparring para la roja. Veremos.
Buen análisis. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias!
EliminarComo siempre Paco, PER-FEC-TO, un saludo
ResponderEliminarGracias Pedro! Un abrazo
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