martes, 21 de octubre de 2014

Noveno día sin malos humos

Así a lo tonto, se está cumpliendo mi noveno día sin fumar. Mentiría si dijese que estaba total y absolutamente convencido de que lo conseguiría, pero lo que sí que tenía claro es que era el momento. JAMÁS había estado tan concienciado con algo. Y no me preguntéis el porqué del momento, el día anterior aprovechaba cualquier ratito para encenderme un cigarro rodeado de no fumadores, la mayoría exfumadores, y esa misma noche me encendí el último.

Está resultando muy curioso todo este proceso. En primer lugar, por cómo me lo estoy tomando. Pensaba que estaría todo el día de los nervios, mordiéndome las uñas, buscando alternativas al cigarrillo...pero salvo en contadas ocasiones, no ha sido así. Pensaba que el mayor de los apoyos vendría de la gente que tienes a tu lado, pero salvo excepciones, estupendas excepciones, la mayor parte del cariño lo estoy recibiendo de gente que ni siquiera me conoce en persona. Crearse expectativas nunca ha sido bueno....

Entro en casa y no huele a tabaco. Mi mesa del ordenador ya no tiene ceniza por todas partes, mi teclado ya no sufre en silencio, mi alfombrilla está limpia como una patena. Lástima de paredes amarillas, por cierto...al techo no le iría nada mal una mano de pintura.

Así a lo tonto, ya me he ahorrado más de 80 euros en tabaco. Y como bien dice mi ángel de la guarda, me voy a conceder un premio en forma de comprarme algo que me apetezca con ese dinero. Eso hará más evidente mi proceso, eso fortalecerá mi espíritu y mi empeño en lograr esta travesía por el desierto, que está siendo más llevadera de lo que pensaba. Qué bien viene tener gente que te lleve de la mano cuando tienes miedo a caerte...

martes, 14 de octubre de 2014

Segundo día sin fumar

No tiré el tabaco a la basura
Antes de nada, tranquilizaros: no os voy a estar dando la turra con mi decisión de dejar el tabaco todos los días, pero ahora al principio me viene muy bien explayarme y contar mis sensaciones. Además, qué coño, que no es obligatorio leer este blog... ;)

Segundo día, seguimos superando etapas. Hoy me he tenido que enfrentar a uno de los momentos más delicados: grupo de amigos fumadores, sentados en terraza alrededor de unas cervezas. Y reconozco que ha sido jodido. Los mini-monos que me dan cada vez más espaciados en el tiempo por el contrario cada vez son más intensos en el deseo, y más cuando surgen en situaciones en las que hace una semana dabas casi con un paquete de tabaco de una sentada. Pero superar este tipo de situaciones sé que me hace más fuerte, y me siento más convencido de lo que estoy haciendo.

He recibido consejos de mi médico, de mi enfermera, de amigos expertos en adicciones....he procurado seguirlos casi todos, pero ha habido uno que no he conseguido realizar: el tirar a la basura mi último paquete de cigarrillos. Sigue ahí, encima de una mesilla. No se muy bien el porqué. Supongo que, a pesar de que estoy demostrándome a mí mismo una fortaleza que desconocía, hay puntos en los cuales todavía flaqueo. Aunque por otro lado pienso que es mejor tener al enemigo cerca, y enfrentarse a él cara a cara. El pobre paquete sigue ahí, dos días después, acumulando polvo. Y ojalá siga mucho tiempo intacto, o llegue un día en el que lo tire definitivamente a la basura.

Finalmente, agradezco a mi médico y a mi enfermera que ambas dos hayan dejado a un lado temporalmente mi proceso de adelgazamiento, para centrarnos ahora mismo en lo que es más perjudicial para la salud, o, mejor dicho, en lo que me va a producir más beneficios a corto plazo el dejarlo. A pesar de ello, he perdido medio kilito esta semana ;)

lunes, 13 de octubre de 2014

Día I D.C. (Después de los cigarrillos)

Último cigarrillo, anoche a las 12
21 horas y 5 minutos desde que me encendí el último pitillo. Siento ser tan concreto, pero con este tipo de decisiones te acuerdas hasta de hacerle una fotillo al susodicho, y plasmarla en el blog para que la vea todo el mundo...

Pues sí, niños y niñas, he decidido dejar de fumar. No se exactamente lo que me durará este punto, porque aunque siempre haces estas cosas convencido de que son para siempre, la experiencia me dice que muchos recaen, y yo llevo demasiados años enganchado a la nicotina como para que empecemos a chup....esto....como para cantar victoria. Pero bueno. Ya son 21 horas y 9 minutos sin fumar.

Todo empezó por la pesada de Carmen, que no sabe hacer las cosas ella solita, y como quería dejar de fumar, nos implicó a todos los amigos, y claro, como en el fondo la queremos, pues dijimos que sí. Claro que a día de hoy, que era el punto de salida marcado, SÓLO YO he dejado de fumar. El resto, la semana que viene, dicen. Que viene una semana estresante y no ha a lugar. Ellos se lo pierden.

Está siendo duro, para qué os voy a engañar. Pero también debo de reconocer que no tanto como esperaba. He pasado ya por casi todos las pruebas que te proporciona el día a día del fumador: el desayuno, con ese cigarrito que te ayuda a salir más ligero de casa, el después de comer y sobre todo el cafelito de después de comer....la cerveza fuera de casa con amigo (a) (os) (as), el ratito de por la tarde colgado al ordenador...me falta el de buenas noches hasta mañana, pero vaya, a estas alturas, no dudo que lo superaré con nota.

21 horas y 16 minutos sin fumar....creo que he batido todos mis récords. Salvo enfermedad, jamás desde los 14 años había estado voluntariamente tanto tiempo sin fumar. Y qué coño, me siento orgulloso. Pero lo mejor de todo es que estoy convencido de lo que estoy haciendo. Y de paso, estoy haciendo feliz a mi madre, que desde tiempos del blanco y negro insistía en que lo dejara, estoy alegrando a mis amigos no fumadores, los cuales han tenido la paciencia de soportarme con humos, han intentado medios alternativos para que lo dejara, pero que nunca me han dado la espalda. Y de paso soy puñetero con mis amigos fumadores, demostrando que un tipo que fuma(ba) dos paquetes largos de cigarrillos cada día lo ha dejado de golpe. Sin pastillas. Sin parches. Con un par.

En fin, que no canto victoria ni mucho menos. Se que esto es simplemente un primer paso. De hecho, me apetece un cigarrillo más que cenar, pero hay que ser valiente. Es en esta hora del día cuando más me está apeteciendo, pero, como dijo el Dúo Dinámico, resistiré.

21 horas y 22 minutos sin fumar....voy a ver si me hago la cena, para superar la última de las pruebas de fuego, aquella que dice..."un cigarrito y a la cama". En fin...