El carril-bici a ninguna parte

La capacidad de sorpresa de los ciudadanos es cada vez menor. Los ediles tienen esa capacidad de campar a sus anchas durante sus mandatos, y tan pronto nos encontramos la ciudad inundada de gominolas gigantes como convierten una línea perfectamente recta en una lenta curva repleta de trampas.

Pero aún así, siempre son capaces de superarse a ellos mismos. Yo supongo que debe de existir una especie de torneo interno inter-ayuntamientos en el cual haya un premio de un viaje para dos personas de un fin de semana a Benidorm con todos los gastos pagados para el consistorio que más kilómetros de carril-bici sea capaz de crear en menos tiempo. Y me imagino la escena entre Tomás Santos y Ángel Varea, a la sazón co-alcaldes de Logroño, comiéndose la cabeza para conseguir hacer esos 30 metros que les faltan para ser los primeros de la clasificación...
Porque sino no se entiende ese pedacito de carril que les dio por construir en Víctor Pradera, en el tramo entre Gran Vía y Av. de Portugal, sin solución de continuidad por ninguna de las dos partes. Y para colmo, y supongo yo que aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, quitar un carril en dirección sur para crear un aparcamiento de motos y un expositor de contenedores varios justo en el momento que se cortaba Bretón de los Herreros para su peatonalización. Total: un carril bici que nadie usa y todo el tráfico que antes circulaba por Bretón lo absorbe Víctor Pradera, pero con un carril menos. Cada vez que se cierra el semáforo, colas de 40 coches apelotonados impidiendo el paso a peatones en los semáforos y a coches en el cruce. Y lo más divertido de todo: cuatro meses más tarde les da por levantarlo todo de nuevo!!

La razón no la tengo muy clara. Quizás sea para montar ahí una ludoteca, son especialistas en montarlas en sitios inverosímiles O quizás lo que monten sea un minicanal navegable para hacer minipiragüismo. O una piscina de dos calles. O vete a saber, yo ya me creo cualquier cosa...