miércoles, 12 de octubre de 2011

Cadena perpetua

La semana pasada, el responsable de Justicia del Partido Popular, Federico Trillo, anunció que su partido incluirá en su programa la reinstauración de la cadena perpetua revisable, y rápidamente, toda la progresía de este país se echó las manos a la cabeza, tachando la medida de retrógrada y nefasta.

Ocurre, en cierta medida, como con la bandera o el himno español: mucha gente piensa que los inventó Franco, y por ello sufren un rechazo patológico por parte de la sociedad. Lo que parece que la mayoría desconocen es que dicha pena está contemplada en la inmensa mayoría de los países del mundo, incluidos casi todos los europeos, como se puede comprobar en el gráfico.
Tenemos un sistema judicial que parece proteger al delincuente antes que a la víctima. Cuando leo noticias como la de estos días, con la detención de la banda que robó durante este verano a un montón de empresas, incluidos restaurantes de lujo vascos, y sale a la luz que la banda tenía más de un centenar de antecedentes policiales y judiciales me repatea los higadillos. O cuando lees que condenan a 38 años a un hombre por matar a sus dos hijos de 8 y 3 años en intentarlo con los otros dos algo más mayores, sabiendo que el máximo de condena en este país es de 30 años, y que con las reducciones por buena conducta, etc. en poco más de 15 estará en la calle, te das cuenta de que algo no funciona, que la justicia es injusta.

Además, con dicho planteamiento, las muertes salen gratis. Si vas a matar a una persona, ya que te pones, cárgate a otros doscientos. Saldrás en los periódicos con titulares como "Condenado a 1.876 años de cárcel" pero en realidad, cumplirás los mismos que si te hubieses cargado sólo al primero: un máximo de 30. Parece como si estuviésemos buscando otro tipo de turismo, el criminal. ¿Que eres alemán y te apetece matar a 40 personas y violar a otras 60? Vente pa' España, Gühnter, que aquí antes de que te salgan canas estarás de nuevo en la calle, y podrás volver a empezar... Y si tienes 17 años, miel sobre hojuelas. Cepíllate a tus padres con una katana, que en un par de añitos podrás pasear con tu novia y vender la exclusiva a "Sálvame", y encima forrarte de paso.

Podéis comprobar que en ningún momento he mencionado la pena de muerte, ya que soy contrario a ella. Además, en muchos de los casos es demasiado poco castigo una muerte rápida aunque dolorosa (con lo bien, limpio e indoloro que hacía su trabajo la guillotina o el garrote vil...) para quien acaba con la vida de otros y destroza a sus familiares para siempre. Se trata de sacar de la circulación a aquellos que hacen del delito su profesión, que matan por placer o por odio, y que si contemplaran que al ser pillados podrían salir de la cárcel con los pies por delante quizás se lo pensaran dos veces antes de sacar a pasear el cuchillo o la pistola.

Y no es una cuestión de ideologías, es una cuestión de sentido común.

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